El Congreso capitalino propuso al director del Fondo de Cultura Económica (FCE), Paco Ignacio Taibo II, considerar los módulos de atención, orientación y quejas ciudadanas de los 66 legisladores para colaborar en la distribución de los libros de la colección “21 para el 21” y propiciar en dichos espacios el fomento a la lectura mediante círculos, clubes, mesas de préstamo de ejemplares y otras acciones.
El pleno del legislativo local aprobó la proposición que promovió el grupo parlamentario de Morena a partir de que el titular de la casa editorial manifestó que armar y producir la colección no fue complicado, sin embargo sí lo será definir los puntos de distribución y la construcción de redes para que los libros lleguen a los lectores apropiados.
La proposición señala que los beneficios de la lectura son fundamentales para el desarrollo del ser humano, al ayudar al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje, mejorar la expresión oral y escrita, hacer que el lenguaje sea más fluido, aumentar el vocabulario.
Facilita además exponer el propio pensamiento y la capacidad de pensar, aumenta el bagaje cultural y permite al individuo ponerse en contacto con lugares, gentes y costumbres lejanas a él en el tiempo o en el espacio, entre otras, además de ser también “un medio de entretenimiento y distracción, que relaja y divierte”.
Entre los títulos de la colección, que el FCE publicó como parte de las conmemoraciones por los 700 años de la fundación de la Ciudad de México y los 500 años de resistencia indígena, están: La revolución de Independencia, de Luis Villoro; Tiene la noche un árbol, de Guadalupe Dueñas; Canek, de Ermilo Abreu Gómez; Balún Canán, de Rosario Castellanos; El libro rojo de la Independencia, de Vicente Riva Palacio y Manuel Payno; El libro vacío, de Josefina Vicens; Breve historia de la guerra con los Estados Unidos, de José C. Valadés; El laberinto de la soledad, de Octavio Paz; Río subterráneo, de Inés Arredondo.