Sin Alerta en mi Calle

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Como cada simulacro o terremoto, la alerta sísmica de mi calle no sonó ayer.

Suponía que en el C-5 habrían tomado ya las medidas para corregir las fallas. No ha sido, hasta ahora, así.

Juan Manuel García Ortegón, coordinador general del C-5, ya recibió una llamada de atención de parte de la Jefa de Gobierno, pero no hace caso.

Según el reporte del propio García Ortegón, 201 altavoces fallaron durante el segundo simulacro, de los 12 mil 826 postes que cuentan la Ciudad de México.

Se dirán “no es nada”… “apenas representa 1.8 por ciento”… “nada es perfecto”… y así la justificación.

No se trata del número sino la repetición de la descompostura.

Sin pretender convertirme en víctima del olvido, en mi calle no se escucha la alerta sísmica. La Junta de Vecinos del condominio nos ha informado que han reportado en repetidas ocasiones la falla. Aun así, no funciona.

Si bien es cierto la zona en donde habito desde hace 46 años es poco susceptible a daños estructurales debido a la roca volcánica producto de la erupción del volcán Xitle hace 1, 700 años según registros de vulcanólogos, no impide que algunas edificaciones “modernas” se fracturen.

El pasado día 7, cuando el temblor registrado marcó 7.1 grados de Richter, la alerta se mantuvo callada.

Un silencio peligroso. Nos dimos cuenta mi esposa y yo del movimiento sísmico por el fuerte movimiento registrado por las lámparas que parecían entrar en un baile eufórico y desenfrenado.

Frente a la casa se encuentra una agencia de noticias. Del enorme caserón que ocupa y presuntamente construido a “prueba de balas”, salieron decenas de personas. En toda la calle se apostó la gente justamente al centro, porque no hay edificaciones más altas de 3 niveles. Difícil que alcance la mitad de la rúa.

Aun así y conscientes de que el temblor nos haría lo que el viento a Juárez, no deja de sentirse el temor. ¿Qué tal si la resistencia de la casa no es suficiente o por la edad tenga ya “enfermedades ocultas”?

Es probable que en el C-5 tengan los otros datos y consideren que la zona construida encima de la roca volcánica no corre riesgo alguno. Si es así, estén equivocados. En el terremoto del ’85 decenas de casas y algunos edificios construidos en las laterales del Periférico, se vinieron abajo.

Dicen los expertos en sismos, que hay una franja de salvación que comienza en Insurgentes y termina en la vía rápida. Los señalamientos apuntan que la línea podría ser rebasada en un terremoto que se registre relativamente cerca de la zona, como pudiera ser Cuernavaca o Cuautla.

Más allá de especulaciones -toco madera para que no se hagan realidad- lo fundamental es que la alerta sísmica no debe excluir las zonas en donde haya menos riesgos.

¿Alguna vez funcionará el altavoz ubicado a escasos 30 metros de mi casa?

Ojalá y cuando lo haga no sea demasiado tarde. Digo.

E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesus Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por el 760 de Amplitud Modulada.

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