Cuba reabrirá gradualmente sus fronteras a los turistas a partir del 15 de noviembre, sin requerir pruebas de PCR a su llegada como lo hace actualmente, con el fin de reactivar esa vital actividad económica para la isla, anunció este lunes el Ministerio de Turismo.
«Teniendo el avance del proceso de vacunación en Cuba, su efectividad demostrada y la perspectiva de que más del 90% de la población concluirá sus calendarios de vacunación en noviembre, se preparan las condiciones para abrir gradualmente las fronteras del país a partir del 15 de noviembre», dijo el ministerio en un comunicado.
Desde hace muchos meses, el número de vuelos que llegan a Cuba ha sido muy limitado y solo unos pocos charters turísticos rusos y canadienses arriban regularmente a ciertos balnearios del país reservados para tal fin.
Las autoridades exigen que los viajeros lleguen con una prueba de PCR negativa, luego se realicen otra en el aeropuerto a su llegada y estén en cuarentena hasta los resultados de una segunda prueba efectuada cinco días después.
Con la reapertura total de las fronteras «se relajarán los protocolos higiénico sanitarios a la llegada de los viajeros, los cuales estarán centrados en la vigilancia de pacientes sintomáticos y la toma de temperatura», agregó este lunes el ministerio.
Además, las pruebas de diagnóstico se realizarán de forma aleatoria, no se requerirá el PCR a la llegada y se reconocerá el certificado de vacunación del viajero.
El turismo, una de las principales fuentes de divisas del gobierno cubano, se ha derrumbado con la pandemia de coronavirus, que ha obligado a la isla a cerrar parcialmente sus fronteras desde finales de marzo de 2020.
Entre enero y julio, el país recibió 270 mil 639 visitantes extranjeros, apenas una cuarta parte (21.8 por ciento) de los captados el mismo período de 2020 (un millón 239 mil 099).
Privadas de divisas provenientes del turismo, las autoridades han reducido drásticamente las importaciones, lo que ha acentuado la escasez de alimentos y medicinas.
El país ha desarrollado sus propias vacunas contra el coronavirus, Abdala y Soberana, y espera haber vacunado al 92.6 por ciento de la población en noviembre, frente a alrededor de un tercio en la actualidad.
Ante un fuerte aumento de casos desde hace meses, también lanzó una campaña de vacunación para niños y adolescentes de dos a 18 años, condición que puso para reabrir escuelas.
No reconocidas por la Organización Mundial de la Salud, las vacunas cubanas se basan en una proteína recombinante, la misma técnica en la que están trabajando la empresa estadounidense Novavax y la francesa Sanofi.