El cuestionamiento a mi gobierno se lo dejo a mis críticos que son muchísimos en los medios de comunicación, con honrosas excepciones, replicó el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien respondió a la pregunta de cuál sería su autocrítica en tres años al frente del país.
En torno a la respuesta a los efectos del huracán Grace en la región dañada, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, dijo que la entrega de los apoyos por parte de las secretarias de Marina y Defensa coadyuvarán a la transparencia del proceso.
Describió un hecho de la pasada administración en el estado -de Miguel Ángel Yunes-, que significa la corrupción entonces imperante:
Se adquirieron enseres para la población después de una crisis propiciada por un temporal, por un valor de 500 millones de pesos a la empresa Soriana, y el gobierno del panista no pagó. La empresa demandó a la administración local y hasta la fecha esa cifra se adeuda. Ya se negocia una solución.
Y fue el presidente López Obrador quien complementó con otra revelación, de cómo se baraja aún entre las empresas -que durante décadas se beneficiaron del trato fiscal del gobierno federal-, con acuerdos inconfesables entre ellos y la autoridad.
Resulta que para dar respuesta a los damnificados de las inundaciones en Tabasco, su gobierno acordó con la empresa de electrodomésticos Mabe la compra de refrigeradores y estufas, para entregarlos a las familias afectadas.
Después de la entrega de un primer lote de los artículos al gobierno, Mabe propuso al gobierno que le condonara impuestos atrasados, y se comprometía a entregar una parte más de los artículos.
La respuesta dijo el mandatario, fue: “No ayudes, paga los impuestos.”
Esa situación, aunada a la dificultad de las empresas productoras de electrodomésticos en México y el mundo, dijo el tabasqueño, provocará que los enseres no lleguen en el mes de septiembre a los tabasqueños, y su entrega se postergue al próximo mes de diciembre.