Gobierno Débil o Ineficaz; Pérdida del Control Físico y Erosión de la Autoridad 

Tema Principal

*Criminalidad, Corrupción e Incumple con Proveer Servicios Básicos 

*Weber Definía: Cuando Dominan el Panorama los Señores de la Guerra 

*Erosionadas las Autoridades en la Toma de Decisiones del Estado 

*Crimen sin Castigo: una Estrategia Errónea: “Abrazos y no Balazos” 

*Sin Atención a Quienes Menos Tiene en Materia de Salud Pública 

*Diciembre de 2020 “Tendremos un Sistema de Salud Como Noruega” 

*La Incapacidad de Interactuar con Otros Estados de la Comunidad 

Por Jesús Michel Narváez

Negar que México se encamina a convertirse en un “Estado Fallido”, es aferrarse a una mentira que se quiere imponer como verdad.

La ciencia política describe que el inicio de un Estado Fallido se genera por tener un gobierno débil o ineficaz.

En el caso de nuestro país, no hay debilidad, sí ineficacia.

¿Cuáles son los elementos conjuntados para llegar a la calificación?

Examinado por decenas de especialistas, los elementos para considerar que un Estado es Fallido, los reúne México y le sobran.

Los fundamentales: Pérdida de control físico del territorio, o del monopolio en el uso legítimo de la fuerza.

Erosión de la autoridad legítima en la toma de decisiones.

Incapacidad para suministrar servicios básicos.

Incompetencia para interactuar con otros Estados, como miembro pleno de la comunidad internacional.

En un trabajo realizado por JOHN SEBASTIÁN ZAPATA CALLEJAS bajo el título de LA TEORÍA DEL ESTADO FALLIDO: ENTRE APROXIMACIONES Y DISENSOS, establece, además de los otros factores que conducen al Estado Fallido, dos que están enraizados en México: altos niveles de corrupción y criminalidad.

Dice: “Por lo general, un Estado fallido, según estándares de gobernanza, se considera un fracaso social, político, y económico, caracterizándose por tener un gobierno tan débil o ineficaz, que tiene poco control sobre vastas regiones de su territorio, no provee ni puede proveer servicios básicos, presenta altos niveles de corrupción y de criminalidad, refugiados y desplazados, así como una marcada degradación económica. ​ Sin embargo, el grado de control gubernamental que se necesita, para que un Estado no se considere como fallido, presenta fuertes variaciones.

“Más notable aún, el concepto mismo de Estado fallido es controvertido, sobre todo cuando se emplea mediante un argumento de autoridad, y puede tener notables repercusiones geopolíticas.

“En un sentido amplio, el término se usa para describir un Estado que se ha hecho ineficaz, teniendo sólo un control nominal sobre su territorio, en el sentido de tener grupos armados (e incluso desarmados) desafiando directamente la autoridad del Estado, no poder hacer cumplir sus leyes debido a las altas tasas de criminalidad, a la corrupción extrema, a un extenso mercado informal, a una burocracia impenetrable, a la ineficacia judicial y a la interferencia militar en la política”.

¿Se puede ignorar lo planteado como una realidad mexicana?

No.

El crimen organizado domina un tercio del territorio nacional, de acuerdo con informes difundidos por el Pentágono; la presencia de estos grupos -que en las últimas semanas han mostrado su poderío- aumentó en virtud de una errada idea de combatirlos con “abrazos y no balazos” -el presidente dice que pronto habrá resultados con su “estrategia”, aunque ahora se burlen de su proyecto- y ha producido miles, cientos de miles de desplazados que huyen por temor a perder la vida.

El Centro de Estudio Fondo para la Paz (Fund for Peace) recurre al politólogo Max Weber y establece:

“Se puede decir que un Estado tiene “éxito” si, en los términos de Max Weber, mantiene el monopolio del uso legítimo de la fuerza dentro de sus fronteras. Cuando no se da esta condición (por ejemplo cuando dominan el panorama los señores de la guerra, los grupos paramilitares, y/o se presentan situaciones sistemáticas de terrorismo), la existencia misma del Estado resulta dudosa, y suele considerárselo como fallido”.

CRIMEN SIN CASTIGO

A diferencia de la novela de Fiódor Dostoyevski “Crimen y Castigo”, en donde examina la psiquis del homicida y en donde el personaje principal de la historia se conoce como Rodión Ramanovich Raskolnikov, un exestudiante que vive en un diminuto apartamento en San Petesburgo, y que considera que su destino es alcanzar grandes hazañas y que, sin embargo, la miseria le impide alcanzar todo su potencial.

“Convencido de que él es una de esas personas, Raskolnikov cree que matar a una vieja (una usurera de oficio que presta dinero con altísimos intereses y que maltrata a su hermana menor) le permitirá obtener los medios para alcanzar todo su potencial y que, según su razonamiento, esto no es moralmente condenable aun cuando sea ilegal”, escribe Daniela Materano, licenciada en Historia del Arte y Educación; en México, el crimen no paga.

No en la presente administración en la que el decomiso de drogas y la aprehensión de los grandes capos virtualmente han desaparecido. El Ejército tiene desplegados 80 mil soldados en el territorio nacional, además de contar con la Guardia Nacional que ha sido dominada, desarmada y humillada en diversas zonas del país por quienes controlan los territorios.

Los enfrentamientos en la conocida Tierra Caliente -Michoacán y Guerrero-, el dominio pleno de los narcotraficantes en la zona conocida como el Triángulo Dorado -Chihuahua, Durango y Sinaloa-, además de Jalisco -el poder absoluto del CJNG- y Guanajuato junto con Tamaulipas, han producido miles de desplazados. Otros tantos han muerto y son considerados como “daño colateral”. Son miles de huérfanos. Miles de viudas.

Los miembros de los grupos del crimen organizado se apoderado de territorios en los que el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, no han podido recuperarlos. El elemento de Pérdida de control físico del territorio, o del monopolio en el uso legítimo de la fuerza, sumada la de la autoridad legítima en la toma de decisiones, es una realidad innegable.

SERVICIOS BÁSICOS, OTRA DEUDA

Si bien es cierto, durante décadas millones de mexicanos han sido olvidados por los gobiernos federal y estatales, se realizaban pequeños avances en suministrar agua potable, drenaje, energía eléctrica, escuelas rurales, piso firme, apoyos en vivienda y tiendas de alimentos a precios inferiores a los del mercado. Nunca fueron suficientes.

En la administración del presidente López y ondeando la bandera de “por el bien de todos, primero los pobres”, se decidió que se cancelarían todos los programas sociales surgidos del neoliberalismo y se implantarían nuevos, en los que no hubiera “moches”, desapareciera la corrupción y se entregarían los recursos directamente sin intermediarios, el número de pobres aumentó en lugar de reducirse.

Poco más de un billón de pesos ha sido destinado a programas como Sembrando Vida, Pensión Universal, Jóvenes Construyendo el Futuro, Tandas para el Bienestar, Crédito Ganadero a la Palabra, entre los que más recursos consumen y los resultados hasta ahora han sido un fracaso.

Los informes del INEGI y del CONEVAL sobre el aumento de la pobreza fueron rechazados por el gobierno federal que sustenta tener “otros datos”.

La cifra de pobres es alarmante: en diciembre de 2018 se contabilizaban 51.9 millones de personas en situación de pobreza y en 2020 la cifra incrementó a 55.7 millones. Y en el rubro de población en situación de pobreza extrema se registró un aumento de 2.1 millones, por lo que el número total subió de 8.7 millones a 10.8.

Por cuanto a quienes tienen acceso a la salud después de la desaparición del Seguro Popular y el nacimiento del Instituto de Salud para el Bienestar, se registró una expansión de 12 puntos al pasar de 16.8 en 2018 a 28.3 en 2020.

Aunque para el presidente de la República la pandemia de coronavirus -todavía no se identificaba como Covid-19- fue “como un anillo al dedo que nos permitirá avanzar en la cuarta transformación- el manejo de la crisis sanitaria ha sido ineficaz. Con 250 mil muertos, reconocidos oficialmente y con datos de doctores en matemáticas, el número hay que multiplicarlo por 2.8 veces lo que convertiría la cifra en 700 mil fallecidos. Probablemente es superior a los muertos en la Revolución Mexicana que se estima alcanzó el millón de personas. No hay datos fidedignos que comprueben la anterior afirmación.

Para los millones calificados en pobreza y pobreza extrema, los servicios de salud han desaparecido literalmente. El gobierno de Andrés Manuel López, en una acción de poder centralista, canceló las licitaciones públicas para la adquisición de fármacos con la “sospecha de que hay corrupción entre proveedores y funcionarios” y a 2 años y 8 meses de ejercicio, ha sido imposible regularizar la dotación de medicamentos en el sistema de salud pública. Incluso, por las decisiones tomadas, cerca de 2 mil menores de edad con cáncer no conocieron que había más allá de los 10 años de vida. Otros pacientes con enfermedades crónicas vieron suspendidos sus tratamientos y sin que exista una numeralia oficial, se considera que el índice de mortalidad aumentó considerablemente al no ser atendidos de manera oportuna.

En enero, el Presidente de México anunció y se comprometió que para finales de 2020 el sistema de salud de pública sería similar al de países como Dinamarca. Ocurrió todo lo contrario. El año 2020 será recordado por el desmantelamiento del Seguro Popular y el inicio del INSABI con resultados destrozos. Cuando menos 20 millones de pobres quedaron sin atención médica gratuita, según los datos de Coneval. El modelo noruego jamás se apreció por tierras aztecas.

LA EROSIÓN DE LA AUTORIDAD

Con un bono democrático como jamás presidente alguno tuvo, la asunción de Andrés Manuel López supuso el cambio en temas torales: corrupción, impunidad, seguridad, empleo, combate a la pobreza, mejoría laboral, posibilidad de avanzar como personas con o sin títulos académicos, educación de calidad, salarios que permitieran convertir en realidad los sueños y que la producción agroalimentaria se incrementara, bajaran los precios y el abasto fuera suficiente. Esperaban los ciudadanos el cumplimiento de no “más gasolinazos”, no más “aumento al precio del gas y la luz”. La posibilidad de que combatir al crimen organizado y el narcotráfico, se esfumó al delinear su “estrategia” con abrazos y no balazos.

Su actitud frente a los grupos feministas, a los que repudia porque “obedecen a otros intereses, están manipulados por los adversarios”, le ganó grandes protestas que de poco sirvieron. Los feminicidios se multiplicaron y el recuerdo de Ciudad Juárez quedó atrás. Ahora se cometen en todo el país.

Con un esquema de gobierno centralista, el actual erosionó la independencia de los poderes Legislativo y Judicial; ha prometido quitar la autonomía a órganos del Estado como el INE, el TEPJF, el INAI, el INEGI, el BdeM entre otros.

La desconfianza de los ciudadanos en los congresistas -senadores y diputados- aumenta rápidamente al igual que la de los partidos políticos. Morena, el oficialista partido, ha incumplido en todos los ámbitos y las oposiciones han sido golpeadas un día sí y otro también.

Los medios de comunicación son los villanos de la 4t y se han convertido en el blanco favorito del presidente para denostarlos, decir que mienten, acusarlos de corruptos y de atacar a su gobierno como nunca antes se hizo con otro presidente. Hace un año “descubrió” que a Francisco I. Madero la “prensa fifí” lo atacó inmisericordemente. No habla, sin embargo, de que el conocido como el “mártir de la democracia” jamás amenazó a un periódico o revista. Mantuvo el temple.

En la Cámara de Diputados, en donde Morena y sus aliados forman una mayoría ficticia, los diputados obedecen ciegamente las instrucciones presidenciales. “No le cambien ni una coma”, ordena y los conocidos conscriptos de la Patria, atienden. En el Senado también tiene mayoría, pero no le alcanza para aprobar reformas constitucionales. Las oposiciones son el contrapeso en la conocida Cámara Alta.

Del poder Judicial de la Federación, ha emprendido una campaña de desprestigio contra ministros de la Corte, magistrados y jueces. A los primeros les llama corruptos y obedientes con el régimen anterior. Ha exigido, violando la SEPARACIÓN DE PODERES, la renuncia de todos los magistrados del Tribunal Electoral porque, afirma, tiene pruebas de sus corruptelas. Jamás las muestra y nunca ha emprendido una acción ante la Fiscalía General de la República.

La relación con los gobernadores es tensa. Al de Tamaulipas lo quiere en la cárcel. Al de Michoacán lo tiene en la mira. Al de Jalisco lo repudia y al de Chihuahua lo maltrata. Con los suyos, 6 en funciones hasta ahora, es benevolente y los defiende a capa y espada no obstante los constante yerros cometidos.

En 33 meses, la erosión de la autoridad legítima es un hecho irrefutable.

INCAPACIDAD PARA INTERACTUAR CON OTROS ESTADOS

Apoyado por un supuesto reconocimiento popularidad difundido por la encuesta de Morning Consult, actualizada al 1º. de julio de 2021, el presidente López rompe cánones en las relaciones internacionales.

Con Estados Unidos vive enfrentado. El arribo de Joe Biden no le “cayó como anillo al dedo” y desde la campaña presidencial, mostró sus afectos personales hacia Donald Trump.

En sus cotidianos monólogos matutinos despotrica por el financiamiento de la Casa Blanca a organismos de la sociedad civil y lo califica como “injerencista”; no respeta el T-MEC y cancela concesiones para generar energías limpias al tiempo que confiere prácticamente el Monopolio de electricidad a la CFE. En materia de hidrocarburos, se enfrenta lo mismo al vecino del norte que a miembros de la Comunidad Europea. Sus mejores relaciones las mantiene con adversarios de Estados Unidos: China, Rusia, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Argentina y Perú.

Ha propuesto la desaparición de la OEA y que se cree un organismo similar a la Unión Europea, aunque desconoce que algo parecido abriría las puertas a las criminales colombianos y bolivianos, los mayores productores de cocaína en América Latina. No requerirían visa para ingresar a México, así como los mexicanos tampoco la necesitarían para viajar a todos los países de la región.

La ONU le parece un órgano que no actúa; la OMS no le merece respeto alguno; el FMI le parece una entidad financiera que “manipula la economía” y la rechaza las recomendaciones de la FAO.

Su incapacidad para interactuar con otros Estados se confirma con su ausencia a todas las reuniones importantes: Asamblea General de la ONU, Reunión del G-20, Foro de Económico Mundial de Davos y la presencia en la toma de posesión de sus pares en América Latina a las que ha sido invitado.

LOS ELEMENTOS ESTÁN DADOS

En base a las definiciones de los académicos, políticos, psicólogos, el Estado Fallido, México estaría aportando más elementos de los necesarios para calificar.

¿En eso consiste la cuarta transformación?

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