La misión permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó la violencia en Afganistán contra civiles y llamó a retomar el diálogo para resolver la situación.
La diplomática rechazó las vías de la violencia y los ataques deliberados contra la población civil, especialmente contra mujeres, niños y minorías, y exigió que se respete el marco institucional del país para entablar un proceso de reconciliación.
Manifestó que el precio del “atrincheramiento político y militar en Afganistán” lo pagan las personas más vulnerables.
La misión de México llamó a la comunidad internacional aplicar los máximos estándares de control a las transferencias de armas que podrían ser desviadas a Afganistán, y advirtió que mientras se distribuyan armas a los talibanes “habrá sustento para consolidar sus objetivos por la vía de la fuerza”.
Solicitó la presentación de un frente común para “dejar en claro que el presente curso de acción resulta inaceptable y que se tienen que respetar los compromisos acordados y privilegiar las vías del diálogo y de la negociación política”.