La variante Delta del COVID ha provocado nuevos brotes en muchas partes del mundo debido a su alta transmisibilidad, sin embargo la cepa Lambda demostró ser más infecciosa de lo que se pensaba y con una gran resistencia a la inmunidad antiviral inducida por la vacuna.
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Lambda, registrada por primera vez en Peru en el año 2020, está actualmente catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una variante de interés, a diferencia de las cepas Alpha, Beta, Gamma y Delta que pertenecen a la categoría de variantes preocupantes.
Sin embargo, investigadores de la Universidad de Tokio, Japón, descubrieron que Lambda actualmente se extiende en algunos países de América del Sur como Perú, Chile, Argentina y Ecuador.
Descubrieron que Lambda es más infecciosa debido a las mutaciones T76I y L452Q.
Además, gracias a la mutación RSYLTPGD246-253N, única por deleción de siete aminoácidos en el dominio N-terminal de la proteína de pico Lambda, cuenta con una capacidad de evasión de los anticuerpos neutralizantes inducidos por la vacunación.
“Los experimentos virológicos demostraron que una deleción grande de 7 aminoácidos, la mutación RSYLTPGD246-253N, no afecta la infectividad viral pero es responsable de la resistencia a la neutralización inducida por la vacuna”, detallaron.
Si bien se podría considerar que Lambda no es no es una amenaza continua en comparación con otras variantes, debido a que “es relativamente resistente a los antisueros inducidos por la vacuna, es posible que esta variante sea factible para causar una infección progresiva”.