Por más que el presidente Andrés Manuel López Obrador se empeña en decirnos, en no pocas de sus conferencias mañaneras, que la relación con el gobierno de Joe Biden es muy buena, los hechos dicen lo contrario.
Al parecer, el presidente Biden está pasado la factura del dislate del presidente López Obrador de no querer reconocer el triunfo del demócrata en aquellos días de diciembre de 2020, cuando todo estaba decidido a pesar de los pataleos de Donald Trump a quien el presidente mexicano consideraba su amigo, pero nunca fue.
Después de conocer los números que hizo públicos el Secretario de Seguridad Interna del gobierno norteamericano, Alejandro Mayorkas, no cabe duda que Biden nos trata peor que Trump a pesar del diálogo que mantienen López Obrador y la vicepresidenta Kamala Harris.
En lo que va de la administración del nuevo presidente de los Estados Unidos, -20 de enero a la fecha- de acuerdo con cifras dadas a conocer por Mayorkas las deportaciones superan los 212 mil migrantes y, lo peor, nos están echando también centroamericanos que cruzan la frontera desde México.
Ni en las administraciones de Barack Obama ni en la de Donald Trump se había registrado un número tan alto de deportaciones de migrantes, mexicanos y centroamericanos que cruzaron la frontera en busca del sueño americano.
Biden y Kamala han sido muy claros: no vengan quédense en sus países y desde allá realicen sus trámites para obtener asilo en la Unión Americana, mientras tanto en cuanto a los agentes de migración los capturan son regresados a México y el gobierno mexicano tiene que repatriarlos o darles empleo en nuestro país mientras los norteamericanos deciden si les dan asilo o no.
La pregunta es: ¿eso es una buena relación como la que pregona el presidente Andrés Manuel López Obrador en las mañaneras de Palacio Nacional? ¿No les parece que el canciller Marcelo le debe dedicar más tiempo a este problema que a la compra de vacunas contra el Covid que es un asunto de la secretaría de Salud?
Cómo van las cosas, el problema migratorio hacia los Estados Unidos será el mismo de siempre, deportaciones y promesas de una nueva ley en la materia que nunca llega.
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Regreso sin gloria, se podría considerar la reanudación de las clases presenciales decretada, así por decreto, por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Estoy de acuerdo en que los niños y los adolescentes están hartos del encierro como consecuencia de la pandemia, pero ante el alarmante número de contagios que se presenta en la tercera ola del Covi en México, no parece el momento indicado. En Palm Beach, Florida 440 estudiantes fueron puestos en cuarentena al siguiente día del regreso a clases debido a que 51 compañeros resultaron contagiados por el Covid-19…El gobierno y la oposición venezolana firmaron un acuerdo para el inicio de un proceso de diálogo y negociación en Venezuela en el encuentro celebrado ayer en el Museo Nacional de Antropología y auspiciado por el gobierno de México. Una buena.
