México es el séptimo lugar en América Latina en aplicación del esquema completo de vacunación contra Covid-19 al alcanzar una cobertura de 20.31 por ciento, de acuerdo con un informe presentado por el Servicio de Investigación al Comité de Relaciones Exteriores del Congreso estadounidense.
El documento indica que Chile y Uruguay completaron el cuadro de vacunación en 65.10 por ciento y 64.95 por ciento de su población, respectivamente, es decir, el triple que nuestro país.
Otras naciones que superan a México en cobertura son República Dominicana (39.88 por ciento), Colombia (24.92 por ciento), El Salvador (24.01 por ciento) y Cuba (24.0 por ciento).
En cambio, Brasil con 20.26 por ciento, y Argentina, con 16 por ciento, están por debajo de nuestro país en el avance de la aplicación de las dosis contra Covid-19.
Quienes ocupan los últimos lugares en aplicación de dosis son Guatemala con 2.08 por ciento, Honduras con 3.23 por ciento y Venezuela con 3.86 por ciento de cobertura de esquema completo.
El informe advierte que la adquisición de vacunas varía considerablemente entre los países de la región. Ello genera preocupación porque el acceso generalizado podría retrasarse hasta mediados de 2023, haciendo que las poblaciones sean vulnerables a nuevas oleadas del virus y a más variantes transmisibles.
“Las entregas de vacunas a través de COVAX han sido mucho más lentas de lo esperado debido a problemas de suministro y otros desafíos, por lo que hasta la fecha (4 de agosto) sólo se han entregado o están por entregarse 35 millones de vacunas a través de este mecanismo internacional, lo que representa menos de siete por ciento de lo planeado”, indica.
El documento informa que China y Rusia han vendido, y en algunos casos donado, dosis contra el coronavirus a países de la región. Particularmente, Beijing ha proporcionado la mayoría de las vacunas aplicadas en Chile y Uruguay, países con el mayor número de vacunados en esquema completo en la región.
El Servicio de Investigación del Congreso estadounidense analiza, además, en su informe, las consecuencias económicas que la pandemia ha dejado en la región y advierte que la recuperación puede ser un proceso prolongado en países que dependen del comercio y la inversión globales.
