Los distribuidores del gas licuado de petróleo (LP) advirtieron que si no alcanzan acuerdos con el gobierno federal y las empresas que importan este combustible tendrán que volver a parar labores, lo que significaría un nuevo episodio de desabasto en el país.
El Gremio Gasero Nacional demandó a las autoridades del gobierno mexicano una regulación que les permita seguir surtiendo el gas LP, que se utiliza en siete de cada 10 hogares, y que no los obligue a desaparecer por nulos márgenes de ganancia ante el nuevo tope de precios impulsado desde la administración pública federal.
«De manera insistente hemos solicitado mesas de diálogo con las autoridades del gobierno federal para llegar a acuerdos que no sólo convengan a los distribuidores comisionistas, sino también a los consumidores», expresó Adrián Rodríguez, presidente del Gremio Gasero.
Adrián Rodríguez refirió que son más de 16 mil familias las que dependen de este negocio, incluidas madres jefas de familia, quienes operan y surten el gas estacionario o rellenan cilindros de gas LP.
El líder del Gremio Gasero Nacional adelantó que la paciencia se les agota, así como los recursos para sostener a miles de familias que dependen de este trabajo, por lo sentenciaron que no les queda otra opción más que suspender labores.
Rechazó lo dicho por la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, sobre que no cuentan con los permisos necesarios para operar e incluso dijo que es bienvenida la competencia de la nueva empresa de Pemex, Gas Bienestar.