El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó que su Gobierno vaya a eliminar los precios máximos en el gas LP tras las protestas de distribuidores y comisionistas.
En la conferencia de prensa de este miércoles en Palacio Nacional, López Obrador descartó que su Administración vaya a ser rehén de quienes protestan por esta medida, y puso como ejemplo las acciones realizadas contra el huachicol en enero de 2019.
“¿Saben cuánto nos ahorramos con el apoyo del pueblo por no permitir el huachicol? Para que vean que no es en vano resistir estas presiones, si no, vamos a ser rehenes de quienes buscan nada más provecho personal”, externó.
El mandatario mexicano dejó en claro que los precios máximos dictados por la CRE son una medida de emergencia ante el alza en los precios del gas LP registrado en las últimas semanas, situación que ya se les explicó a los distribuidores.
“Se les explicó que es una medida que es de emergencia, es transitoria, se van a establecer un equilibrio en los precios porque se fueron muy arriba y están afectando a la economía popular. Estos precios máximos se van e star revisando semanalmente”, enfatizó”, señaló.
Este miércoles, el Gobierno de México anunció tres medidas ante el paro de distribuidores y comisionistas de gas LP en el Valle de México y Pachuca para garantizar el abasto del hidrocarburo.
El Gremio Gasero Nacional entró en paro indefinido este martes luego de una junta extraordinaria celebrada tras la regulación de precios máximos del combustible anunciada por el presidente López Obrador.
La decisión la tomaron un día después de la entrada en vigor del esquema de regulación de precios de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) que señala que “ninguna empresa distribuidora podrá vender por arriba de los 145 precios diferentes que establezca semanalmente”.
Además, el consejo directivo del Gremio Gasero Nacional informó que se integró un grupo gasero con empresas de Ciudad de México y del Estado de México que convocó a un paro nacional indefinido.
Según estimaciones, en ambas entidades serán más de 38 mil unidades, entre pipas y camiones repartidores de cilindros, las que dejarán de surtir el combustible.