El idilio entre Pedro Almodóvar y el Festival de Venecia se ha hecho evidente en los últimos tiempos y este año se renovará con el estreno de «Madres paralelas», que servirá de apertura y con el que aspirará al anhelado León de Oro.
La Mostra pretende volver este año por todo lo alto tras la pasada edición, aguada por la pandemia, y para ello ha elegido la película del manchego para su inauguración el próximo 1 de septiembre.
Almodóvar ha acogido esta noticia con entusiasmo pues, para él, Venecia no es un festival cualquiera, es el lugar en el que «nació» como cineasta a los ojos del mundo.
«No soy capaz de expresar la alegría, el honor y todo lo que esto representa para mi sin caer en la autocomplacencia», ha celebrado.
«Madres Paralelas», el drama de dos madres que dan a luz el mismo día, con Penélope Cruz, Milena Smit, Israel Elejalde y Aitana Sánchez-Gijón, no solo abrirá la Mostra, sino que también será una de las cintas que aspiren a su máximo galardón, el León de Oro.
Se trata, de hecho, del último episodio de un largo romance que el realizador mantiene con Venecia desde hace años.
Al recibir y celebrar la noticia, Almodóvar empleó el verbo «nacer» para referirse al certamen, pues fue en sus salas donde se dio a conocer al mundo hace casi cuatro décadas, en 1983, con el estreno de «Entre tinieblas» en su sección «Mezzogiorno-Mezzanotte».
En alguna ocasión ha rememorado la polémica que suscitó aquella historia suya del convento de las «redentoras humilladas» en la católica Italia de los Ochenta, hasta el punto de que el presidente del jurado, democristiano, trató de excluirla.