Exigir no es ser Golpista en un País Democrático

*El Títere Epidemiológico Acusa a los Padres de Niños con Cáncer

*Falso que Protesten por su “Irritación” Contra las Farmacéuticas

*El Desabasto de Medicamentos en el Sector Salid, es una Realidad

*Todos los que se Manifiesten en Contra, son los Nuevos “Golpistas”

Por Alberto Almazán

Si un país pregona ser demócrata y entiende que la unanimidad la fractura, las manifestaciones de exigencias hacia sus gobiernos, tienen que ser escuchadas.

En aquellos en donde las libertades son utopía, se impiden los reclamos y se acallan las voces.

En México, lo ha dicho el presidente López después de las elecciones del 6 de junio, no antes, la democracia está presente. No hubo fraude ni violencia electoral (esto es falso) y el pueblo apoyo el proyecto de gobierno (otra falsedad).

Sin embargo, antes de los comicios el presidente y sus empleados -aunque en la democracia son nuestros empleados al igual que el Jefe del Ejecutivo federal- provocaron un cisma con sus acusaciones a los organismos civiles, a los padres de niños con cáncer, a los gobernadores que exigieron más recursos para atender la pandemia etcétera, de que todas esas manifestaciones son “golpistas”.

(Nunca aclaró si el intento de exigir se cumplan las obligaciones con sus gobernados era y es una intentona de deponerlo del cargo, porque los Golpes de Estado los dan los militares, no la sociedad civil).

Comenzó con la organización Frenaa, siguió con Sí por México, alcanzó a Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad y ahora a los padres con niños con cáncer.

Y eso no lo dijo el presidente, aunque seguramente dio la orden. Fue el títere epidemiológico el que señaló la semana pasada: una estrategia “casi golpista” contra el Gobierno de la Cuarta Transformación por parte de organizaciones, oposición y padres de familia por el desabasto de medicamentos para niños con cáncer.

Además, apuntó que, desde su punto de vista, las manifestaciones del desabasto de medicamentos para niños con cáncer, se deben a la ‘irritación’ de las compañías distribuidoras.

Para completar el cuadro de desinformación “golpista”, dijo durante su participación en un programa de televisión en Canal 22: “la idea de los niños con cáncer que no tienen medicamentos” está siendo utilizada en México, cada vez más, como una campaña de los grupos de derecha internacionales que buscan crear una ola de simpatía entre la ciudadanía como una “visión casi golpista”.

¿Cuáles grupos internacionales?… ¿quiénes son los golpistas?… ¿las clases medias que le dieron el poder a Hitler, derrocaron a Allende y asesinaron a Madero?, según los desfasados.

Las expresiones no obedecen a la realidad. Es una nueva cortina de humo para tapar los reclamos que se formulan al gobierno federal por no haber atendido, como es su obligación constitucional, el tema de los niños con cáncer, cuyos fármacos han estado ausentes de los anaqueles del IMSS, el ISSSTE, el INSABI y el sector privado. Todo por la concentración de las compras en la oficialía mayor de Hacienda, en donde en su momento Raquel Buenrostro -hoy jafa del SAT- expulsó prácticamente a las empresas farmacéuticas que operan en el país y proveían al sector salud mediante las compras consolidadas a través del IMSS.

Hace un mes, el secretario de Salud, el invisible doctor Jorge Alcocer Varela, informó que ya se adquirieron 740, si leyó bien, 740 de las 14 mil 14 mil 806, consignadas en el nuevo Compendio Nacional de Insumos para la Salud (CNIS), que sustituye al Cuadro Básico y Catálogo de Insumos del Sector.

Estos números implican que 95 por ciento de los fármacos que se requieren para la atención de la salud de los mexicanos en el sector salud, no se han comprado.

Extraña que el mismo presidente López sostenga que ya no hay desabasto de medicamentos y reconozca que en “breve” -de dos a seis meses- se atenderá a los niños con cáncer. (Habrá que revisar cuántos fallecen antes de recibir las dosis correspondientes a sus tratamientos).

El títere epidemiológico no explica que la “irritación” no es contra las farmacéuticas, sino contra el gobierno mismo, que es en primera y última instancia, responsable de la adquisición de los mismos.

Los padres con hijos que padecen cáncer no saben cuáles son los laboratorios o los distribuidores de los medicamentos. Saben, eso sí y muy bien, que sus hijos necesitan los fármacos y que el gobierno, el Estado, conforme al artículo 4º constitucional, tiene la obligación de proporcionarlos.

Al revisarse el Presupuesto de la Federación se encuentran recursos asignados a los programas de atención de la salud que, como dicen los panegiristas gubernamentales, no es una dádiva, es una obligación. Sin embargo, los recursos no se aplicaron porque no se compraron los medicamentos y lo sorprendente es que se utilizaron para otros fines. Por ejemplo, los programas sociales -antes de las elecciones, por supuesto-, la presunta compra de vacunas -millones de dosis han sido donadas a México y desde aquí se regalan a países “amigos”- y la contratación de personal sanitario cubano para “atender la pandemia”.

Ante los reclamos, las marchas, los plantones, el cierre de vías de comunicación y hasta bloqueos en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, el gobierno responde: “son golpistas”.

Es un argumento falaz que se utiliza un día con otro también para recordar quién es el que tiene los “otros datos” y que no cambiará el rumbo de su proyecto político.

En democracia, cuando existe y no se desconoce, los reclamos son totalmente válidos.

En las dictaduras solo se permiten los elogios y los que disienten terminan en la cárcel, torturados, mutilados o asesinados.

¿Qué tenemos en México?

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