La Línea 12 y la Desaparición NO FORZADA de Florencia Serranía

Por Nidia Marín

¿Y dónde está Florencia Serranía? ¿Dónde andará la directora milusos del Metro? ¿Abdicó a lo que señala el artículo 15 del Estatuto Orgánico del Sistema de Transporte Colectivo que a la letra dice: “La Dirección General tendrá a su cargo la conducción, organización, control y evaluación del Organismo, conforme al presente Estatuto y a las demás disposiciones aplicables, a fin de que todas las actividades se realicen con eficiencia, eficacia y productividad, contando para ello con las siguientes facultades y obligaciones”?

Florencia Serranía Soto, directora del Sistema de Transporte Colectivo (STC).

No cabe duda, en el México de hoy la impunidad galopa. Ella, la que debería responder por casi un centenar de muertos y heridos al aplicar el mexicanísimo “no doy mantenimiento”, pero sí el “a’i se va” en el tramo elevado de la línea 12, derrumbado irónicamente el “Día del Albañil”, el 3 de mayo pasado, no aparece por ningún lado.

Sólo hay indicios de que el aval para hacerse ojo de hormiga se lo dio la gobernante capitalina. Nadie sabe, nadie supo. ¿Dónde está? preguntan tirios y troyanos. La respuesta hasta ahora es de carácter palaciego, donde sí saben.

Como dicen los versos de la canción de Salvador Cabrera “El Venadito”:

“Soy un pobre venadito que habitó en la serranía, / como no soy tan mansito/ no bajo al agua de día/ de noche muy despacito/ y en tus brazos vida mía”.

Y en la capital del país la gente sufre, porque la falta de la línea 12 no sólo afecta a los casi 350,000 habitantes de la alcaldía Tláhuac (344,106), sino a una buena parte de los prácticamente 2 millones de Iztapalapa (1,835.486), además de los radicados en el colindante Chalco que suman más de 350,000 (357.645) y también a muchísimos de los cerca de 500,000 xochimilcas (415,007).

Todos ellos observan sin esperanza en el corto plazo una solución suficiente de traslado.

¿Y dónde está Florencia? Su dirigencia del Metro abarca también once líneas más y la longitud total es de 226.49 kilómetros con 195 estaciones. ¿Siempre no?

Va otro verso:

“Le dije a una muy bonita/ que si me lavaba el paño/ me contestó la maldita/ si usted quiere hasta lo baño/ nomás véngase temprano/ porque tarde le hace daño”.

¡Ufff!, como dijera recientemente el eterno líder del Sindicato de Trabajadores del Transporte Colectivo, el michoacano Fernando Espino Arévalo: es absurdo esperar a que “los notables” (así los llamó) tengan un veredicto sobre lo sucedido en la línea 12; podrían pasar meses y hasta años, por lo cual consideró sensato que se abra la parte subterránea para que miles de esas personas que hoy sufren puedan trasladarse.

Tomando en cuenta que la línea iniciada en el 2008 (hace 13 años) y que hoy cruza por cinco alcaldías: Tláhuac, Iztapalapa, Coyoacán, Benito Juárez y Álvaro Obregón, está toda parada. Si llegara a efectuarse la apertura parcial estarían cerradas sólo 2 ó 3 de las actuales 20 estaciones, fundamentalmente Tezonco y Olivos, pero pareciera que desde el gobierno “hay que castigar al enemigo”, en este caso a los ciudadanos.

¿Y dónde está Florencia? ¿Acaso le volvió a dar Covid por el sustazo del 3 de mayo o se trata de un Covid convenenciero?

Otro verso más:

“Quisiera ser perla fina/ de tus lúcidos aretes/ p’a morderte la orejita/ y besarte los cachetes/ quien te manda ser bonita/ que hasta a mí me comprometes”.

La Ciudad de México pues, está viviendo sus peores momentos: con la pandemia, sin vacunas, una economía colapsada, desempleo y como remate problemas de traslado para los habitantes del sur-oriente y de parte de la conurbación, por lo cual la decisión de mantener cerrada toda la línea debería ser revisada desde y para el bien de todos.

¿Y dónde está Florencia? Si ya tiró el arpa, qué avise y doña Claudia nombre a alguien más confiable… para la ciudadanía desde luego.

Y un verso al canto:

“Voy a hacer una barata/ y una gran realización/ las viejitas a centavo/ las muchachas a tostón/ los yernos a seis centavos/ y las suegras de pilón”.

Hasta ahora ninguna de las autoridades del gobierno de la Ciudad de México ha sido clara en cuanto al futuro de esa línea. Los peritajes van y vienen, mientras le siguen sacando raja política a la tragedia desde el gobierno federal y el capitalino, pero 2024 aún está muuuy lejos.

Y por cierto ¿Dónde está Florencia?

Va el último verso:

“Ya con esta me despido/ pero pronto estoy de vuelta / nomás que me libre Dios/ de una niña mosca muerta/ de’sas que ¡ay! ¡mamá por Dios!, / pero salen a la puerta”.

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