Por Jesús Michel Narváez
No será una. Tampoco dos. Serán TRES las iniciativas que el presidente López enviará al Congreso de la Unión para reformar la Constitución.
Energía Eléctrica -para fortalecer a la CFE- con la finalidad de que los inversores privados sigan produciendo electricidad, pero solamente con el 46 por ciento de la capacidad total.
Electoral, para reducir el costo de operación e impedir que las elecciones sean las “más caras del mundo”. Sorpresa: se mantendrá el INE con una condición: que sus integrantes sean “de inobjetable rectitud”.
Incluye la eliminación de los diputados plurinominales, una buena propuesta, sin duda.
Guardia Nacional, que pase a la Defensa Nacional.
En la primera, tendrá que negociar los términos con las oposiciones. En la segunda, menos tensa, pero de igual manera y en la tercera, se pronostica que no pasará.
Comete una equivocación al cerrar los espacios de los inversores generadores de energías limpias y eso contraviene el T-MEC. No es fortaleciendo a la CFE como bajarán los costos de producción para que beneficien a los consumidores. Es la competencia la que lo permite.
Lo electoral es machacón. A pesar de la limpieza, reconocida por el propio presidente, de las elecciones pasadas, quiere desaparecer la estructura. Dice que no, pero, en el fondo es el objetivo. Sorprende que mientras medio mundo opina que el INE logró un éxito total con la organización y los resultados electorales del pasado domingo 6 de junio, en Palacio Nacional se nieguen lo bueno y se encuentre el prietito en el arroz.
Lo de la Guardia Nacional no hace sino repetir lo que se pensó desde que lo anunció: la militarización de la seguridad.
Y eso, por desgracia, causa mal sabor de boca.
Porque así se inicia a pavimentar el camino hacia la dictadura.
¿Qué hace posible la aparición de un dictador?
La milicia.
Las fuerzas armadas que respaldan a quien los concede todo, son capaces de intentar todo para que se amplíe el plazo del mandato constitucional.
Nadie ignora que durante las campañas -las tres- Andrés Manuel López cuestionó la presencia de las fuerzas militares en las calles. Siempre se comprometió que al ganar la Presidencia los soldados regresarían a sus cuarteles. Hizo el compromiso de combatir la criminalidad y la violencia y para ello propuso y logró la creación de la Guardia Nacional. El uso de la misma ha tenido otros fines.
Ahora la quiere incorporar a la Defensa Nacional, lo que implica el reconocimiento tácito de que siempre fue un órgano más de las fuerzas castrenses.
En México no queremos la militarización en todos los ámbitos. Se acepta que el ejército y la marina, vaya, hasta la GN, combatan el crimen y frenen la violencia. No deben sustituir a las policías estatales y municipales. Es trabajo de civiles.
Largas tendrán que ser las negociaciones con las oposiciones que, quieran o no reconocerlo, se estarán jugando su sobrevivencia si avalan lo que el presidente proponga y que no beneficia al país, sino fortalece su persona y alimenta su proyecto de ampliar su mandatso.
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