Mathias Cormann releva a Ángel Gurría en la OCDE

El relevo del secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que se produjo este martes, ha llevado al frente de la organización al australiano Mathias Cormann, un liberal anglosajón de la vieja escuela, que sustituye al más social Ángel Gurría, el mexicano que ha llevado el timón durante quince años.

Cormann, de 51 años, es el hombre que más tiempo ha estado al frente del Ministerio de Finanzas de su país de adopción (siete años). Y es que nació en Bélgica, en su zona de habla alemana, y se trasladó a Australia con 25 años.

Durante su vida política nacional en Australia, se ha situado en la ortodoxia económica liberal, defendiendo los impuestos bajos, una reducida talla del Gobierno y la liberalización del comercio internacional.

Tal vez su principal polémica, que además fue esgrimida para intentar prevenir su llegada al cargo, fueron los subsidios a los combustibles fósiles tan abundantes en Australia, la eliminación de un impuesto a la emisión de gases contaminantes y su rechazo a comprometerse con un objetivo de cero emisiones de carbono.

Sin embargo, durante su campaña para intentar acceder a la OCDE, Cormann se sumó al consenso generalizado sobre el cambio climático y aseguró que “todos podemos estar de acuerdo en que una acción global efectiva sobre el cambio climático es necesaria”.

Al asumir el puesto prometió trabajar para que la recuperación económica de la crisis causada por la pandemia se haga “con un crecimiento más limpio, más sostenible”.

Con Estados Unidos como su principal apoyo en su llegada al cargo, y con la lucha contra el cambio climático como uno de los ejes de acción de la Administración del presidente Joe Biden, Cormann se ha situado así en la ortodoxia climática que ahora sí defiende Washington.

Queda por ver cómo Cormann orientará el rumbo global de la OCDE después del trazado por Gurría, de 71 años y miembro de una generación anterior.

En sus tres mandatos consecutivos, el exsecretario mexicano de Economía y Relaciones Exteriores ha transformado la organización, antes conocida coloquialmente como “el club de los países ricos”.

Gurría se va “satisfecho”, como dijo en entrevista a EFE, de haber puesto “a las personas en el centro de las políticas públicas”, ya que los tradicionales análisis de la organización sobre el crecimiento y la productividad ahora van acompañados de recomendaciones para “no dejar a nadie detrás” y en pos de intentar un crecimiento más inclusivo.

Por ejemplo, la OCDE propuso el pasado mes de mayo aumentar el impuesto de sucesiones, ya que considera que es un buen instrumento en términos de equidad y de eficacia fiscal para luchar contra las desigualdades de patrimonio, que vaticina que seguirán agravándose.

Además, Gurría ha sumado con firmeza la OCDE a la lucha contra el cambio climático y a la apuesta por una transformación económica centrada en las tecnologías verdes.

Finalmente, el mexicano ha pilotado la apertura de la organización a nuevos miembros, entre ellos varios latinoamericanos, a fin de convertirlo en un grupo más plural y diverso, desde sus orígenes de club de economías ricas y occidentales.

Ángel Gurría, además, se ha prodigado en todo tipo de foros internacionales, más aún en el último año gracias a las posibilidades del video telemático, para defender estos nuevos postulados de la OCDE.