El papa Francisco criticó a los sacerdotes que bendicen armas y explicó que la guerra supone la “derrota” de la política, en un acto con jóvenes de su red educativa para la apertura de nuevas sedes, como la de Valencia (España).
“Cuándo me preguntan cómo está la política en el mundo digo que miren dónde hay guerras. Ahí está la derrota de la política”, explicó en la sede de la red “Scholas Occurrentes” en el barrio romano de Trastevere ante la pregunta de un joven.
El papa, con cubrebocas, participó en este acto para celebrar que la fundación ya está presente en los cinco continentes tras la inauguración de un nuevo centro en Sídney (Australia). También se han estrenado en Valencia y en la capital estadounidense, Washington.
Ante él estuvo un grupo de jóvenes de Scholas de todo el mundo que habían participado en unas jornadas la pasada semana bajo el lema “Soñar juntos el camino hacia un futuro mejor”, y presentaron sus conclusiones al papa Francisco, expresando su pesimismo por el funcionamiento de la política y su deseo de impulsar una nueva por el “bien común”.
El pontífice respondió a su inquietud y explicó que la política es un camino para “llegar a la unidad”.
“Una política que no es capaz de dialogar para evitar una guerra está derrotada, acabada, ha perdido su vocación de unidad y de armonía, también con opiniones diferentes. El debate es clave en la política, los parlamentos son clave, pero siempre teniendo en mente que la unidad es superior al conflicto”, apuntó.
Otro aspecto es “la honorabilidad” de una nación, algo que el papa Francisco valora en función de si vende armas para la guerra, si se enriquece “vendiendo armas para que otros se maten”, explicó. Y agregó: “Así sabremos si una nación es moralmente sana”.
En este sentido, tuvo palabras para su clero: “Lo digo sinceramente, me duele el corazón cuando veo a algunos sacerdotes que bendicen las armas, instrumentos de muerte”.
El acto virtual de Scholas Occurrentes también sirvió para que el papa saludara a otros nuevos centros que inaugura la fundación, como el de Valencia, que se conectó por videollamada desde el estadio del UD Levante, donde se congregaron los jóvenes valencianos de Scholas.
El papa se dirigió a ellos, que fabricaron una pelota de trapo como símbolo de humildad, y les recordó que ese objeto “simboliza la gratuidad del juego, que es mejor que la riqueza y la pobreza”.
También asistió a la apertura del centro en Washington y en Sídney, el primero en Oceanía, desde donde una representante de los pueblos aborígenes de Australia saludó al papa en su lengua.
En Roma, acompañó al papa la primera dama argentina, Fabiola Yáñez, que excavó un agujero en un macetero para simbolizar un pozo que se llenaría de creatividad gracias a las iniciativas Scholas.
A este gesto se unieron virtualmente las primeras damas de Brasil, Michelle Bolsonaro; de Chile, Cecilia Morel Montes; de Honduras, Ana García Carías; de Panamá, Yazmín Colón de Cortiz, y de República Dominicana, Raquel Arbaje Soni.
La fundación Scholas Occurrentes, organización internacional creada por el papa Francisco el 13 de agosto de 2013, tiene como objetivo la promoción de la cultura de la paz y del encuentro, y actualmente está presente en 190 países.