El presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, inauguraron este miércoles de forma remota un proyecto que prevé construir en suelo chino cuatro reactores de energía nuclear con tecnología rusa.
El plan, que forma parte de un paquete de acuerdos firmados durante la visita del líder ruso a China en 2018, planea la construcción de las unidades 7 y 8 de la central nuclear de Tianwan, en la provincia china de Jiangsu (este), y las unidades 3 y 4 de la central de Xudapu, en Liaoning (noreste).
Xi indicó en un breve discurso retransmitido por la televisión estatal CGTN que se trata de un proyecto “seguro” que representa “el alto nivel de cooperación pragmática alcanzado entre ambos países“.
Por su parte, Putin indicó que, gracias al plan, “China va a poder disfrutar de energía más limpia y a un precio más bajo“, y que las relaciones bilaterales están “en un pico histórico”.
Según el Ministerio de Exteriores chino, el proyecto demuestra “los logros de Pekín y Moscú en la fabricación de equipos de alta gama e innovación tecnológica”.
El plan ayudará a que China reduzca sus emisiones de dióxido de carbono, agregó la cartera.
Según el diario Global Times, las cuatro unidades tienen un valor contractual de 20,000 millones de yuanes (3.111 mdd), aunque que el costo total del proyecto podría superar los 100.000 millones (15.557 mdd).
El rotativo asegura que se utilizarán reactores rusos tipo VVER-1200 (refrigerado y moderado por agua) de tercera generación.
“Una de las características distintivas de la tecnología nuclear de tercera generación es que es segura, que no habrá accidentes como los de Chernóbil y Fukushima“, aseveró hoy al diario local Global Times el experto Han Xiaoping.
En abril, el número de unidades de energía nuclear en funcionamiento en China llegó a 49, ocupando el tercer lugar a nivel mundial, según la Administración Nacional de Energía del país.
Otros expertos chinos citados por el periódico agregan que “China podría reemplazar parte de la tecnología estadounidense con tecnología rusa ante las crecientes restricciones tecnológicas y comerciales de Washington”.
Por otra parte, el acto de hoy se produce poco antes de las conversaciones de alto nivel que mantendrán en Islandia el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, y el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, llamado a allanar el terreno para una cumbre entre los presidentes de ambos países.