Por Nidia Marín
Vivimos en un México de mundos diferentes: el de las ciudades y el del campo, donde parece mentira, pero después de 170 años aún hay pequeños poblados incomunicados. Sin embargo, en la actualidad hay avances, aunque mínimos.
Sí, en el siglo XIX, en 1851 para ser exactos, se tendió la primera red de telégrafos entre la Ciudad de México y la población de Nopalucan, Puebla, durante la presidencia de Mariano Arista. Hoy en pleno siglo XXI y aunque no se crea en pleno auge de lo más moderno en telecomunicaciones, en México se han estado inaugurando sucursales telegráficas.
Por ejemplo, en Totontepec, Oaxaca; en Compostela, Nayarit y en Tijaltepec, Oaxaca. El asunto es que son los propios titulares de los ayuntamientos, quienes solicitan la telegrafía. Por ejemplo, conforme a la información de Telecomunicaciones de México en Momax, Zacatecas, así fue.
Aquella oficina, sabrá Dios por qué fue cerrada en 2019, presuntamente debido a que todo se llevaba a cabo en Tlaltenango de Sánchez Román, Zacatecas, pero ello generó diversos problemas. El principal, que no disponía de suficiente efectivo; sin embargo, como tal municipio recibe abundantes remesas, ya restablecieron la sucursal. Sí, con dinero baila el perro, aunque provenga del otro lado del río… me refiero a El Bravo.
Y por qué viene a cuento la historia. Porque apenas ayer se celebró el Día de las Telecomunicaciones y en nuestro país convive lo más avanzado de las mismas con las que proceden del siglo XIX.
Aseguran que la crisis derivada de la pandemia ha subrayado el papel fundamental de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para el bienestar de la sociedad a largo plazo y ha puesto de manifiesto la marcada desigualdad que existe entre países, así como a escala nacional, en el plano digital.
Y ni como decir que no es así. Pero mientras los integrantes de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) han adoptado las medidas pertinentes y han participado en actividades cuyo resultado ha sido primordial para salvar vidas humanas y fomentar la economía, lo cual ha puesto de relieve una gran resiliencia en una coyuntura compleja, por acá por nuestras tierras nomás no avanzamos.
Señala la UIT que la pandemia también ha subrayado la acuciante necesidad de facilitar la transformación digital y de lograr avances con miras a alcanzar los objetivos y las metas de la Agenda Conectar 2030, a fin de no dejar a nadie atrás.
De ahí que la celebración en 2021 que acaba de ocurrir, les da a estos especialistas la oportunidad de seguir impulsando la transformación digital mediante estrategias de desarrollo de las TIC a escala nacional, y la formulación de políticas eficaces para alentar la inversión, la cooperación y el establecimiento de asociaciones.
En México vamos hacia atrás, aunque se agradece que el Instituto de Telecomunicaciones (IFT) haya rechazado instalar, operar, regular y mantener el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, porque ello configura una afectación directa a una garantía institucional de este órgano autónomo prevista en la Constitución.
Y ante ello el pleno de la institución aprobó presentar una controversia constitucional en contra de diversas disposiciones contenidas en el Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 16 de abril de 2021.
Esto que hizo la institución está siendo aplaudido en el mundo, porque en efecto, se lleva cabo como lo dispone la Carta Magna, al señalar al IFT como un órgano autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propio, que tiene por objeto el desarrollo eficiente de la radiodifusión y las telecomunicaciones, independiente en sus decisiones y funcionamiento, y con la facultad de ejercer su presupuesto de forma autónoma, por lo que la Cámara de Diputados le garantizará la suficiencia presupuestal a fin de permitirle el ejercicio eficaz y oportuno de sus competencias.
Es decir, este organismo está actuando y exigiendo respeto a su autonomía y eso, hay que aplaudirlo.
