Papa Francisco instituye el “ministerio de catequista”

El papa Francisco instituyó, con un motu proprio (documento pontificio), el “ministerio de catequista“, con el fin de institucionalizar este papel dentro de la Iglesia católica y que cuente con normas claras y una adecuada formación.

El Vaticano presentó el documento “Antiquum ministerium“, en el que el papa destaca que “toda la historia de la evangelización de estos dos milenios muestra con gran evidencia lo eficaz que ha sido la misión de los catequistas”.

“No se puede olvidar a los innumerables laicos y laicas que han participado directamente en la difusión del Evangelio a través de la enseñanza catequística. Hombres y mujeres animados por una gran fe y auténticos testigos de santidad que, en algunos casos, fueron además fundadores de Iglesias y llegaron incluso a dar su vida”, destacó.

Y agregó que en nuestros días, esta presencia de los laicos “es aún más urgente debido a la renovada conciencia de la evangelización en el mundo contemporáneo” y por ello “recibir un ministerio laical como el de catequista da mayor énfasis al compromiso misionero propio de cada bautizado”, aunque “en todo caso debe llevarse a cabo de forma plenamente secular sin caer en ninguna expresión de clericalización”.

Francisco apuntó que “es conveniente que al ministerio instituido de catequista sean llamados hombres y mujeres de profunda fe y madurez humana, que participen activamente en la vida de la comunidad cristiana”.

Además cita las características de los buenos catequistas: “acogedores, generosos y que vivan en comunión fraterna, que reciban la debida formación bíblica, teológica, pastoral y pedagógica para ser comunicadores atentos de la verdad de la fe, y que hayan adquirido ya una experiencia previa de catequesis”.

“Se requiere que sean fieles colaboradores de los sacerdotes y los diáconos, dispuestos a ejercer el ministerio donde sea necesario y animados por un verdadero entusiasmo apostólico”, añade.

La Congregación del Culto Divino y de los Sacramentos publicará en breve el “Rito de Institución” para que puedan los laicos pasar a ser oficialmente colaboradores del obispo.

Serán luego las Conferencias Episcopales las que harán efectivo el ministerio de catequista, “estableciendo el necesario itinerario de formación y los criterios normativos para acceder a él, encontrando las formas más coherentes para el servicio que ellos estarán llamados a realizar en conformidad con lo expresado en esta Carta apostólica”.