Cientos de personas protestan este miércoles en Colombia contra un proyecto de reforma tributaria promovido por el gobierno de Iván Duque, en medio de un pico de contagios y muertes por Covid-19 en el país.
«El gobierno no quiere escuchar a los ciudadanos, no quiere escuchar a los partidos políticos, no quiere escuchar a la academia sobre esa petición tan sentida de retirar la reforma que va a poner a aguantar hambre a más millones de colombianos», aseveró en Blu Radio Francisco Maltés, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
Centrales obreras, profesores, organizaciones civiles, indígenas y otros sectores inconformes rechazan el proyecto que está en curso en el Congreso por considerar que castiga a la clase media y es inoportuno en plena crisis desatada por la pandemia.
En Bogotá, epicentro de las protestas, los manifestantes avanzan hacia el centro de la ciudad. Medellín (noroeste), Cali (suroeste) y Barranquilla (norte) calentaban motores en la mañana con decenas de personas que llegaban a los puntos de encuentro.
La nueva jornada de protestas fue convocada por el llamado Comité Nacional de Paro, que desde 2019 ha organizado numerosas movilizaciones para exigir un cambio de rumbo al gobierno.
Pero algunas voces clamaron por suspender las manifestaciones que coinciden con la ola más letal de Covid-19 en trece meses de pandemia.
En la víspera, un tribunal administrativo ordenó posponer las protestas.
Una decisión apoyada por la Defensoría del Pueblo, que alertó sobre la «inconveniencia de convocar movilizaciones sociales en este momento tan riesgoso para la salud y la vida».
Acogiéndose al derecho constitucional a la protesta, los líderes mantuvieron la jornada de manifestaciones en todo el país.
Colombia es el tercer país de Latinoamérica con mayor número de contagios (2.8 millones), detrás de Brasil y Argentina. En cuanto a fallecidos (72 mil 200), solo es superado por el gigante sudamericano y México.
Duque, al que le queda poco más de un año en el poder, tiene una popularidad del 33%, según la más reciente encuesta de la firma Invamer.
Aunque su reforma tributaria fue presentada como una herramienta para mitigar la crisis que provocó la pandemia, la iniciativa enfrenta obstáculos en un Legislativo sin mayorías. Incluso el partido del gobierno, el Centro Democrático, encuentra reparos en el proyecto.
«El descontento y el rechazo a la reforma ha sido bastante generalizado y el gobierno no tiene mucho margen de maniobra», afirma Yann Basset, profesor de ciencia política en la Universidad del Rosario.
Según el experto, «cada sector allí ve un motivo de descontento en un momento en que la situación económica es obviamente muy difícil para todo el mundo».
El mandatario pretende recaudar el equivalente a unos 6 mil 300 millones de dólares entre el 2022 y el 2031.
Entre las propuestas que causan mayor descontento está gravar los servicios básicos en zonas de clase media-alta, los funerales y crear un impuesto sobre la renta a las personas que ganen más de 656 dólares mensuales, en un país donde el salario mínimo es de 248 dólares.
En su peor desempeño en medio siglo, el Producto Interno Bruto (PIB) del país se hundió un 6.8% en 2020. El desempleo alcanzó el 18,1% en febrero, cuando la informalidad cobija a casi la mitad de la población.