El Senado mexicano aprobó una reforma a la Ley de Hidrocarburos acusada de ser “expropiatoria” porque permite a la Secretaría de Energía (Sener) del Gobierno tomar instalaciones privadas por “seguridad o interés nacional”.
Con 65 votos a favor, 47 en contra y seis abstenciones, los senadores modificaron disposiciones de la Ley de Hidrocarburos a propuesta del presidente, Andrés Manuel López Obrador, con el argumento de fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex) y combatir el robo de gasolinas.
“Estamos ante una expropiación tácita, estamos hablando de una expropiación en la práctica, es una iniciativa que elevará los precios de los combustibles e instaurará la discrecionalidad”, denunció el senador Julen Rementería, coordinador del derechista Partido Acción Nacional (PAN).
El objetivo de la reforma, ahora turnada al Ejecutivo, es “lograr el máximo factor de producción de los hidrocarburos y petrolíferos, garantizar el suministro de los mismos, en beneficio de los mexicanos”.
La iniciativa del presidente busca “alcanzar la seguridad y soberanía energéticas y contribuir al desarrollo nacional, teniendo como referencia que Pemex es una empresa productiva del Estado mexicano”.
Pero el aspecto más controvertido, aprobado en la Cámara de Diputados el 14 de abril, es que permite a la Sener tomar el control de permisos de instalaciones privadas que representen un “peligro inminente para la seguridad nacional, la seguridad energética o para la economía nacional”.
La minuta de la Ley de Hidrocarburos también faculta a la Sener y a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para revocar permisos cuando “los titulares de los mismos cometan el delito de contrabando de hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos”.
Los senadores de Morena justificaron el dictamen con el argumento que frena el mercado ilícito de petrolíferos, que representó pérdidas de 147 mil millones de pesos (7 mil 350 millones de dólares) de 2016 a 2018.
“Los permisos de importación han provocado distorsión y prácticas ilegales en el mercado, como la venta ilícita de combustibles al amparo de esta figura”, aseveró la senadora presidenta de la Comisión de Energía, Rocío Adriana Abreu.
Esta es una de las medidas del presidente López Obrador para “rescatar” a Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las empresa del Estados, del “saqueo” de las privadas tras la reforma energética de 2013.
La Cámara de Diputados aprobó el miércoles otra reforma a la Ley de Hidrocarburos que elimina la regulación asimétrica de Pemex para que recupere su dominancia en el mercado de las gasolinas frente a los privados.
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el organismo antimonopolios de México, alertó de posibles investigaciones contra Pemex.
La petrolera estatal controla el 81 por ciento del mercado nacional de gasolinas y el 71 por ciento de diésel, aunque la CRE estableció una meta del 30 por ciento de participación privada para abandonar la regulación asimétrica, según la comisión.
Las discusiones de estas reformas ocurren cuando Pemex afrontó la “peor crisis de su historia” en 2020 con una pérdida neta de 21 mil 417 millones de dólares, un 38.2 por ciento más que el resultado también negativo de 2019.