Derek Chauvin, el exagente de policía acusado de matar al afroamericano George Floyd en mayo pasado en Minneapolis (Minnesota, Estados Unidos), fue declarado culpable de los tres cargos que enfrentaba.
Los miembros del jurado decidieron de unánime que Chauvin es culpable de asesinato involuntario en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años, y homicidio involuntario en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad.
Floyd murió el 25 de mayo de 2020, cuando cuatro agentes intentaron detenerlo por haber utilizado un billete falso para pagar en una tienda. Durante su arresto, Chauvin lo inmovilizó en el suelo presionando la rodilla contra su cuello hasta que dejó de respirar en un barrio de Minneapolis, en Minnesota.
Chauvin fue declarado culpable por tres cargos: asesinato en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio en segundo grado.
La muerte de Floyd el año pasado desencadenó la mayor ola de protestas y disturbios raciales en décadas en Estados Unidos, después de que se hicieran virales los vídeos de transeúntes que grabaron cómo Chauvin presionó su rodilla sobre el cuello de la víctima, que se quejó varias veces de que no podía respirar.
La expectación sobre la sentencia a Chauvin fue tal que hasta el presidente estadounidense Joe Biden dio este martes su opinión desde la Casa Blanca.
Los 12 miembros del jurado -seis blancos, cuatro afroamericanos y dos “multirraciales”- empezaron a deliberar este lunes después de los alegatos finales de la Fiscalía y la defensa hasta las 20:00 h local, y reanudaron su debate esta mañana a las 08:00 h local. Unas seis horas y media después, anunciaron que habían tomado una decisión unánime sobre la sentencia de Chauvin.
El vilo ante el resultado de la sentencia se tradujo en tensión en las calles, especialmente en Minneapolis, donde hay más de tres mil miembros de la Guardia Nacional estadounidense desplegados en el área metropolitana de la ciudad.