El expresidente de Estados Unidos George W. Bush (2001-2009) dijo que de lo que más se arrepiente de su mandato es de no haber sido capaz de haber reformado el sistema migratorio del país, en una entrevista transmitida este domingo por la cadena CBS.
El exmandatario, que está haciendo promoción de su libro “Out of Many, One: Portraits of American Immigrants”, que recoge ilustraciones de sus propios retratos al óleo de inmigrantes, hizo la entrevista desde su rancho en Texas, donde reside junto a su mujer, la ex primera dama Laura Bush.
Preguntado sobre si la mayor decepción de su Presidencia fue no haber sacado adelante una reforma en el sistema de inmigración, Bush respondió afirmativamente: “Hice campaña por una reforma migratoria, dejé muy claro a los votantes que eso era algo que quería hacer”, señaló el expresidente republicano.
Aun así, aseguró que actualmente está haciendo “lobby” (cabildeo) entre los conservadores para proporcionar una vía a la ciudadanía para los indocumentados si se comprueba que no tengan antecedentes penales y pagan impuestos en EE.UU.
“No sé si mi propio partido me escucha o no, esa es otra cuestión”, reflexionó.
Pese a tener el apoyo del Partido Demócrata y del Republicano, Bush no consiguió impulsar durante su Presidencia una reforma migratoria, y años más tarde uno de sus sucesores en el cargo, Donald Trump, (2017-2021) ganó las elecciones con una retórica antimigratoria, como pieza central de su campaña.
Bush reconoció que uno de los problemas del debate migratorio es que puede crear mucha inquietud. “Están viniendo por ti”, dijo en alusión al discurso que Trump solía emplear para movilizar al electorado republicano.
“Pero -agregó- esta es una nación que está dispuesta a aceptar a refugiados, a los damnificados, a quienes tienen miedo, eso para mí es una gran nación”.
Pese a que evitó criticar a sus sucesores, Bush apuntó que hay una gran diferencia entre él y Trump.
“Siento una responsabilidad para mantener la dignidad del cargo. Lo hice entonces, y ahora. Creo que es indigno querer ver mi nombre en la prensa todo el tiempo. Pienso que básicamente manda una señal de que quiero ser famoso y que la gente me vea”, indicó Bush.
El exmandatario vive retirado junto a su esposa en su rancho Prairie Chapel, al sur de Dallas, donde se dedica a pintar.
Durante la entrevista, explicó que se aficionó a este hobby porque echaba de menos aprender cosas.
“La Presidencia es una gran experiencia de aprendizaje y, de repente, ya no eres presidente. Por causalidad, leí el ensayo de Winston Churchill ‘Painting as a Pastime’, que me hizo pensar en la pintura”, detalló.
En ese momento, añadió, “me dije ‘si ese chico grande puede pintar, yo también puedo”.
Bush habló, además, de su amistad con el matrimonio Obama, en concreto con la ex primera dama Michelle Obama, con la que ha protagonizado momentos virales después de que la esposa del expresidente demócrata Barack Obama (2009-2017) le abrazara en público durante la inauguración en 2016 del Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericanas en Washington DC.
Ambos protagonizaron un momento divertido durante el funeral por el exsenador republicano John McCain, fallecido en 2018, cuando Bush le dio caramelos a la ex primera dama en un gesto que fue captado por las cámaras.
“Los estadounidenses estaban tan sorprendidos de que Michelle Obama y yo pudiéramos ser amigos. Creo que el problema es que los estadounidenses están tan polarizados en su manera de pensar que no pueden imaginarse que George W. Bush y Michelle Obama puedan ser amigos”, destacó.