Claudia Sheinbaum, la Mejor Alcaldesa del Mundo y sus Alrededores

*Siguiendo los Pasos de Marcelo… que no Alcanzó la Candidatura en 2012

*Un Reconocimiento que Conlleva a Cuestionar la Forma de Nominación

*No es más Unida la Sociedad; en Muertos la CdMx Acumula el 39% por Covid-19

Por Alberto Almazán

Hace once años, Marcelo Ebrard se convirtió el quinto “mejor alcalde del mundo” y el primero en Latinoamérica. Era 2010. Un año antes de que se decidiera quien sería el candidato presidencial del PRD para la contienda de 2012. Quienes suponían que el Jefe de Gobierno había dado, como diría Neil Armstrong al posar sus botas sobre la arena de la Luna: Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad… el pequeño pero gran paso que le hacía avanzar en su búsqueda por convertirse en Presidente de México.

Con todo y el palmarés que lo acompañaba, perdió la encuesta frente a Andrés Manuel López y, atado de manos, no pudo protestar. Dos años después del reconocimiento, el World Mayor Prize se vio obligado a abandonar el país ante la persecución política que inició el sucesor, Miguel Ángel Mancera y que finamente quedó en una acción politiquera.

La semana pasada y siguiendo el camino de Ebrard, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, fue nombrada la “mejor alcaldesa del mundo” como una “distinción por el liderazgo durante la pandemia y las acciones en materia económica, social y ambiental”.

La información que proporciona The City Mayors Foundation y que muestra el diseño para que cada dos años se entregue el reconocimiento, creado en 2003 por la organización filantrópica internacional la cual está dedicada a promover mejores prácticas en los gobiernos locales de todo el mundo, parece haber tomado la convocatoria a ciegas.

Se da a conocer: Luego de una convocatoria internacional para que las personas propusieran posibles nominados, la fundación reveló en febrero pasado la lista con el nombre de 32 alcaldes y alcaldesas de 21 países que sobresalieron por sus acciones en la emergencia sanitaria y que buscan crear una sociedad más igualitaria, unida y tolerante.

Seguramente ignoran en la The City Mayors Foundation que al 15 de marzo en la Ciudad de México se registraron 30 mil 329 fallecimientos a causa del Covid-19, lo que representó a esa fecha el 15 por ciento del total de muertos en todo el país.

Seguramente ignoran en la The City Mayors Foundation que cuanto, a la materia económica, la Capital del País ha sido y es la más afectada. El número de desempleados, con datos del IMSS, representó el 39.6 por ciento de las pérdidas de plazas, es decir, 256 mil 145 mil puestos. Por lo que toca a lo social, no se hizo nada para proteger a los que menos tienen y que ahora nada poseen y del medio ambiente, mejor no hablamos. Simplemente hemos regresado en el tiempo a las tolvaneras, cuyos vientos arrastran toneladas de heces; los combustibles que produce y refina además los que importa Pemex, no reducen las emisiones y la tala de árboles para dar espacio a plazas comerciales es cuestión de todos los días.

Suponer que en la Ciudad de México hay una sociedad más igualitaria, unida y tolerante, es otra pifia de los seleccionadores del premio. Preguntar a las feministas su hay tolerancia para sus manifestaciones y si se cumple la promesa de dientes para afuera de no ser reprimidas, les daría una buena idea a los que elogian un trabajo no realizado. Y hablar de una sociedad más unida y tolerante es un despropósito. Si hay una sociedad dividida, enfrentada y lastimada es la que gobierna Claudia Sheinbaum.

Por otro lado, habría que informarles a los directivos de la The City Mayors Foundation, que la Jefa de Gobierno tiene rango de Gobernadora. No es alcaldesa. Los y las alcaldesas despachan en lo que antes fueron jefaturas delegacionales y antes delegaciones políticas.

Y en lo particular sería saludable para la vida democrática -en riesgo en estos tiempos- del país y particularmente de la Capital de México, saber cuántos votos recibió -y de donde provinieron- la doctora Sheinbaum, para alcanzar el título de “Mejor Alcaldesa del Mundo”. Porque la competencia no fue fácil. Se informa que 32 alcaldes y 21 alcaldesas buscaron obtener el reconocimiento.

No es por negar sus conocimientos, pero en el país sabemos cómo se las gastan los bots, el ejército de defensores de la cuatroté, para que sus jefes ganen de todas, todas.

Si para la Jefa de Gobierno obtener el reconocimiento, que se cuestiona por lo menos en cuanto a los requisitos evaluados por la citada fundación, es un “pequeño paso…” con rumbo al 2024, hay que recordarle lo que le pasó a Ebrard.

Si los premios o reconocimientos, como el que presume el presidente López de ser el “segundo mejor presidente del mundo” -tiene otros datos- que provienen del exterior no compensan el hartazgo que se vive en el interior.

Para la egoteca, lucirá bien el diploma, placa, medalla o moneda que refleje que en 2021 la doctora Sheinbaum fue considerada “la mejor alcaldesa del mundo”.

Para nada les servirá frente a las 39 mil familias que perdieron un ser querido durante la pandemia por no atenderlos en los hospitales para que “siempre hubiera camas disponibles”.

No modo: también los filántropos se equivocan.

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