Siete militares mexicanos involucrados en las ejecuciones extrajudiciales de la matanza de Tlatlaya del 2014 fueron detenidos de nuevo, tras ser absueltos hace años, y están siendo investigados por la Fiscalía General de la República (FGR).
“El Tribunal Unitario tuvo que ordenar que se girara orden de reaprehensión contra los militares. Esta orden permaneció sin cumplirse por 16 meses, como denunciamos desde el Centro Prodh. Hoy trasciende que ha sido cumplida”, informó este jueves el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh).
En la madrugada del 30 de junio de 2014, 22 personas fueron asesinadas por soldados durante un enfrentamiento en una bodega en el municipio de Tlatlaya, en el estado de México, colindante con la capital mexicana.
Según la versión inicial ofrecida por el Gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), los fallecidos eran presuntos delincuentes que murieron durante un enfrentamiento armado con militares.
Pero dicha versión fue desmentida por uno de los tres supervivientes, quien aseguró que un civil había muerto en el choque y los demás habían sido asesinados tras un interrogatorio.
Según un informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), los militares ejecutaron a 15 de los 22 muertos hallados en el suelo de la bodega.