La producción mundial de vehículos cayó el pasado año un 16 por ciento hasta menos de 77,62 millones de unidades, con lo que retrocedió a los niveles de 2010, anunció este jueves la Organización Internacional de Fabricantes de Automóviles (OICA).
La de 2020 fue “la peor crisis” que ha sufrido el sector y llegó después de un descenso del 5.2 por ciento en 2019 que habían puesto fin a un ciclo de diez años de crecimiento consecutivo, destacó en un comunicado el presidente de la OICA, Fu Bingfeng.
El retroceso del pasado ejercicio fue muy desigual entre las diferentes zonas del mundo, puesto que Asia, y muy particularmente China, resistieron mejor a ese movimiento bajista.
En el continente asiático, que representó un 57 por ciento de la producción global, la baja se limitó al 10 por ciento. Y en China, el país afectado en primer lugar por la epidemia de coronavirus, a solo el 2 por ciento (con 25.2 millones).
Esa evolución contrasta, por ejemplo, con el descalabro de más del 21 por ciento que se constató en Europa, de cuyas cadenas de montaje salieron cerca del 22 por ciento de los vehículos de todo el mundo.
En el Viejo Continente, la regresión fue del 39 por ciento en Francia (1.31 millones), del 29 por ciento en el Reino Unido (0.99 millones), del 24 por ciento en Alemania (3.74 millones), del 20 por ciento en España (2.69 millones), del 17 por ciento en Rusia (1.44 millones) o del 15 por ciento en Italia (0.78 millones).
En América, que en conjunto representó una cuota de producción del 20 por ciento con 15.7 millones de unidades, la caída fue superior al 20 por ciento en Norteamérica, con bajas del 19 por ciento en Estados Unidos (a 8.8 millones), del 21 por ciento en México (a 3.18 millones) y del 28 por ciento en Canadá (a 1.38 millones).
En Sudamérica, la baja fue superior al 30 por ciento y alcanzó el 32 por ciento en Brasil (2.01 millones), el principal país de la región.
África fue el continente que tuvo el hundimiento más profundo, de más del 35 por ciento.