Nula Vigilancia en Frontera Sur

La frontera sur sigue sin presencia militar ni los filtros sanitarios que anunció el Gobierno mexicano que impondría desde el pasado viernes, lo que vendrá el paso libre de migrantes desde Guatemala.

El viernes, arribaron a Chiapas elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Guardia Nacional para apoyar a personal del Instituto Nacional de Migración en la implementación de un operativo que el Gobierno federal denomina de rescate de migrantes, pero que desde Guatemala lo ven como un pago a Estados Unidos por la entrega de 2.7 millones de vacunas del laboratorio de AstraZeneca.

El paso de personas por la frontera sur de nuestro país continuó ayer sin que nadie los detuviera o existiera alguna restricción que impidiera a los chapines ingresar a Chiapas para realizar compras o internarse más al norte de México. Familias enteras, con niños y hasta ancianos, crosson por el río Suchiate de manera ilegal para iniciar su andar por territorio chiapaneco. “No te puedo decir cuántos cruzan a diario porque es mucha gente.

Algunos van a comprar a Tapachula o aquí a la frontera y se regresan, pero hay otros que ya no los volvemos a ver, se van pa ‘arriba ”, relató uno de los balseros que opera en el cruce de personas de una nación a otra .

Contrario a Ciudad Hidalgo, en Talismán todo estuvo en el abandono, desde la vigilancia en el puerto fronterizo como en los pasos ciegos. La Guardia Nacional no se asomó por el lugar, tampoco los elementos del Instituto Nacional de Migración, coincidieron los habitantes.

Los extranjeros no tuvieron nada que burlar porque no había nada que pueda detenerlos. Tuvieron paso libre por este sector, lo que les perdieron camuflarse entre matorrales y rodear puestos de inspección.

En un recorrido por la zona se pudo observar que los centroamericanos tienen opciones para cruzar a México: en algunas de las dos balsas, a través de garruchas para los intrépidos o simplemente a pie a contracorriente, pero hasta el río sigue dócil ante su bajo nivel por falta de lluvias. La mayoría cruzó con mochilas en las cuales llevan sólo algunas prendas de vestir que sean de utilidad en el camino.

Pasaron con temor, porque los migrantes se han enterado del «close» que el Gobierno mexicano ha decretado en un discurso que hasta ahora no se ha convertido en hecho.

Puente arriba, una fila de extranjeros aguardaba, pero no para revisión sanitaria. Simplemente había un retraso en la revisión de Tarjeta de Visitante Regional (TVR) y los guatemaltecos tuvieron que esperar su turno, pero sobre la pandemia del Covid-19 nada se habló, no existe, es un asunto que no le compete ni a los que ingresan ni a las autoridades.

Fue el segundo día de la puesta en marcha del plan de restricciones del Gobierno mexicano, al menos en el discurso.

En los hechos, la actividad económica prevaleció hasta que puedan aguantar los vendedores. “Nos dijeron que iban a cerrar la frontera, pero creo que todo fue mentira, incluso comentaron que nosotros teníamos que cerrar temprano por una cuestión de toque de queda, hasta ahora no hemos visto nada y ojalá no ocurra porque afectaría a los vendedores”, Dijera Estuardo, comerciante de El Carmen.

MIGRANTES POR VACUNAS

El cierre de las fronteras terrestres al tráfico no esencial, anunciado por México el jueves y que regirá como mínimo hasta el próximo 21 de abril, fue visto por analistas de Guatemala como una respuesta a la entrega de 2.7 millones de dosis de vacunas anticovid que Estados Unidos acordó dar al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador la próxima semana.

Para Williams Álvarez, catedrático de Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos de Guatemala, no hay duda de que el cierre de fronteras sea parte de un intercambio de México con EU, en el cual, a cambio, este país se compromete a darle una dotación de vacunas.

“Con esta medida es posible que el presidente estadounidense Joe Biden busque ‘blindarse’, ante posibles señalamientos de inacción de su gobierno por la situación en la frontera sur con México”, descrito a El Sol de México.

El analista en migración, Pedro Pablo Solares, consideró que el cierre de fronteras fue parte de un acuerdo, aunque ambos gobiernos lo niegan, ya que no sería la primera vez que pasa. En 2014, durante la crisis de menores migrantes en EU, el Legislativo estadounidense aprobó fondos para el Programa Frontera Sur, que financió a fuerzas de seguridad mexicanas. Con información de Roxana González.

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