*Y la Segunda Dosis se Aplicaría Casi a Boca de las Urnas Electorales
*Hay Gran Irritación Porque “el Retraso Tiene Tinte Electoral”, Dicen
*Epidemiólogos Señalan que la Vacunación Debió Iniciar en Zonas Urbanas
*Omite el Consejo Nacional de Salubridad Acatar la Orden Constitucional
*No Está Comprobado Como Funcional el Intercambio de Marcas: MRA
*Y Sigue sin ser Obligatorio el uso de Cubrebocas en la República
Por Jesús Michel Narváez
En plena pandemia de Covid-19, se arma la danza de las vacunas (femenino) y de los millones (masculino) y se teje lo que podría resultar “La Gran Estafa” que dejaría disminuida la llamada “Estafa Maestra”.
De acuerdo con las informaciones oficiales proporcionadas por el presidente López, el canciller Marcelo Ebrard y el secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez, el país cuenta con 32 mil millones de pesos –unos mil 550 millones de dólares- para el pago de las vacunas.
En el baile, afloran los precios de las farmacéuticas y, en el caso de México, los recursos destinados para la compra de 180 millones de dosis.
Aunque los precios de las vacunas varían, el gasto de México por la adquisición de 170 millones de dosis sería de 22 mil 52 millones de pesos. Y se tienen disponibles 32 mil millones.
Difícil encontrar los costos de vacunas, pero la magia de la internet lo permitió.
Oficialmente se ha informado que México adquirirá los antígenos de 4 farmacéuticas:
Pfizer- BioNTech: 34.5 millones
AstraZeneca: 77.4 millones
CanSino: 35 millones
Sputnik: 24 millones
Los costos por dosis –no se explica si es por la aplicación doble o sencilla- tienen variaciones notables.
Pfizer- BioNTech: 14 dólares (unos 280 pesos al cambio actual).
AstraZeneca: 3.50 dólares (unos 70 pesos)
CanSino: 4 dólares (unos 80 pesos)
Sputnik: 9 dólares (unos 180 pesos)
LOS PRIMEROS NÚMEROS
Durante 2020, el responsable de dar atención a lo relacionado con la pandemia de coronavirus, Hugo López-Gatell refirió en repetidas ocasiones que con aplicar la vacuna al 70 por ciento de la población –unos 88.2 millones- de personas con anticuerpos de Covid, México alcanzaría inmunidad. Es decir, 37.8 millones de habitantes -entre ellos los menores de edad- quedarán sin recibir el antígeno.
El 28 de enero de este año, el subsecretario Prevención y Promoción de la Salud
Reveló que “en México ni en ninguna parte del mundo se está buscando la inmunidad de rebaño a través de la generación de anticuerpos por infección, lo cual, dijo, sería una atrocidad”. Explicó que en nuestro país se logrará inmunidad de rebaño contra el Covid-19 cuando hasta el 70 por ciento de la población sea inmune, ya sea por vacunación o por la formación de anticuerpos generados por infección natural. “Es así como se lograría romper con la cadena de transmisión”.
Sin embargo, para alcanzar la meta fijada, se requiere que las vacunas estén disponibles.
E hizo el gran descubrimiento del Siglo XXI. “Si no llega la vacuna no se puede seguir avanzando con la inmunización”.
Suponiendo sin conceder que se vacune a 88.2 millones de personas y se consiga la inmunización total de la población, el Gobierno estaría obligado a adquirir solamente 168 millones 400 mil dosis, siempre y cuando haya necesidad de la doble aplicación. La previsión, con los números oficiales, es tener en el país 170 millones. Es decir, habría un remanente de un millón 600 mil vacunas.
Y si como se informa, alguna de las que adquirirá México es sólo de una aplicación, el número en bodega podría ser de alrededor 30 millones.
Eso sin contar con la “vacuna” mexicana que, aún sin avances sustantivos, ya tiene nombre: “Patria” –igual a la de Cuba- y que desarrolla el Conacyt. El presidente López informó el pasado día 15 que una vez que alguno de los proyectos resultara exitoso, la vacuna tendría que recorrer el largo camino que han transitado las vacunas que hoy en día están en el mercado, por lo que, por ahora, los mexicanos esperarán su turno para ser inmunizados, en el mejor de los escenarios, con los antígenos de las farmacéuticas multinacionales.
No queda claro cuándo será “exitoso” alguno de los proyectos, que nadie sabe en donde se desarrollan, por lo que probablemente cuando “Patria” sea aprobada en el mundo exista otro virus letal o peor que el Covid-19.
A pesar del número de personas que se anunció serán vacunadas, el titular de Exteriores informó que el país ya acordó con 5 farmacéuticas la adquisición de 234 millones de dosis. Sin mayor explicación, la suma de los pedidos firmados con antelación –porque así se dio a conocer en Palacio Nacional- produciría un sobrante de 54 millones de dosis. No se sabe en dónde se almacenarían porque requieren refrigeración constante y a bajas temperaturas de menos cero. Sin confirmación oficial, parecería que México tiene la intención de “donar” –como lo hizo con Honduras recién recibió las primeras dosis- los sobrantes a los países pobres.
Porque hay una pista sobre el particular: El Gobierno de Andrés Manuel López buscaba pronunciarse ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas en contra del acaparamiento de vacunas por parte de los países desarrollados y para exhortar a que el acceso de las vacunas sea más equitativo en la comunidad internacional.
El anuncio del Ejecutivo mexicano coincide con el fin de la sequía de envíos de la farmacéutica Pfizer al país.
Y es que ya se ha propuesto por parte la Organización Mundial de la Salud que naciones de Centroamérica y el Caribe reciban el antígeno de manera gratuita. Algunos nombres de países salieron a relucir: Haití, Honduras, El Salvador y varios de África.
AMBICIOSA VACUNACIÓN, EL GRAN RETO DE MÉXICO
Iniciado el proceso de vacunación gracias a las remesas de tres farmacéuticas, el secretario de Hacienda –sin ser experto en bioquímica y menos en vacunación- Arturo Herrera Gutiérrez, afirmó que “Si todo sale bien, y tenemos un reto importante, esta será la campaña de vacunación más ambiciosa y más grande en la historia de nuestro país, en algunos meses seguramente podremos estar regresando a una situación que es mucho más cercana a la normalidad que vivíamos antes”.
El funcionario hablaba de la recuperación económica que, desde su perspectiva “(…) no regresará al total de potencial hasta que hayamos podido dejar atrás la COVID y esto depende en gran medida de la vacuna, de la rapidez con la que la recibimos y la eficiencia en la aplicación de ella”.
Conforme al Plan Nacional de Vacunación, las brigadas que accederán a las poblaciones más remotas, estarán formadas por 12 personas de las cuales 10 serán los conocidos como “Siervos de la Nación” y dos más serán un doctor y una enfermera. Los “Siervos”, ha declarado la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, participan “porque son quienes conocen en donde se encuentran ubicados los adultos mayores y conocen las rutas a seguir para llegar sin mayor contratiempo”. (Ellos son los que personalmente entregan los recursos de los programas sociales).
Se estima que los casi 20 mil siervos intervengan en la jornada y que cuando menos 20 mil militares, marinos y elementos de la Guardia Nacional participarán buscando cumplir la primera meta en personal civil: vacunar a 15 millones 700 mil adultos antes de finalizar abril.
De acuerdo con epidemiólogos que han externado sus opiniones el plan no es el adecuado, porque se debió iniciar la vacunación en zonas urbanas no en aquellas en donde el virus no ha contagiado a nadie y difícilmente lo hará porque la gente que habita en las montañas no se reúne masivamente.
Sin embargo, el propio presidente López ha insistido en que se llegará a lugares más alejados para que nadie quede sin ser inmunizado.
ESTRATEGIA ELECTORAL, RETRASAR LA OTRA DOSIS
Con el argumento de que la segunda dosis podría aplicarse hasta 16 semanas después de la primera, es decir en la última semana de mayo y la primera de junio, los observadores políticos y los dirigentes, legisladores y gobernadores de oposición, han manifestado su irritación porque, según lo dicen, “el retraso tiene tinte electoral”.
El doctor Mauricio Rodríguez Álvarez, académico de la Facultad de Medicina y vocero de la Comisión para la Atención de Covid-19 de la UNAM, dice a MISIÓN POLÍTICA que por estudios hasta ahora realizados y confirmados sus contenidos, de la vacuna de Pfizer- BioNTech puede aplicarse la segunda dosis hasta 42 días después de la primera y si no se hace el paciente queda sin protección y se deberá reiniciar el procedimiento; en el caso de AstraZeneca, el tiempo posible entre una y otra aplicación puede ser hasta de 12 semanas.
Y algo fundamental: la intercambiabilidad –de Astra a Pfizer, por ejemplo- no está comprobado que sea funcional. “Hay estudios en 3 países para determinar si el efecto es el mismo entre una y otra vacuna”. Insistió en que para el personal de salud que ya recibió la primera dosis de Pfizer y se encuentra preocupado porque han transcurrido más de 21 días y aún no reciben la segunda, debe quedar claro que la efectividad dura hasta 42 días.
Mientras, aprovechando el desconocimiento y sin que haya pruebas en concreto que permitan suponer que la segunda dosis puede esperar hasta 16 semanas, Morena difunde en sus mensajes propagandísticos, que la vacuna llega y se aplicará de manera gratuita, gracias a la política de salud del presidente de la República. El plazo de 4 meses –justo en el momento en que habrá elecciones- tiene fines electorales. Respecto a la gratuidad del antígeno, resulta una falsedad.
El artículo cuarto de la Constitución señala en su segundo párrafo que “…Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución, cuyo texto precisa:
…1a. El Consejo de Salubridad General dependerá directamente del Presidente de la República, sin intervención de ninguna Secretaría de Estado, y sus disposiciones generales serán obligatorias en el país.
2a. En caso de epidemias de carácter grave o peligro de invasión de enfermedades exóticas en el país, la Secretaría de Salud tendrá obligación de dictar inmediatamente las medidas preventivas indispensables, a reserva de ser después sancionadas por el Presidente de la República.
3a. La autoridad sanitaria será ejecutiva y sus disposiciones serán obedecidas por las autoridades administrativas del País.
Hasta ahora el Consejo de Salubridad General no ha dictado las medidas preventivas indispensables como lo ordena la Constitución y se desconoce cuántas reuniones ha sostenido desde el inicio de la pandemia. No ha hecho obligatorio el uso del cubrebocas, tampoco prohibido formalmente las reuniones masivas. A lo más que ha llegado es a diseñar –copiar sería la palabra correcta- los colores del semáforo sanitario.
Entre tanto, la danza de las vacunas y los millones, toma ritmo y amenaza con exponer la probable manipulación financiera.