El presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo que su homólogo mexicano, a quien calificó como honesto y decente, recibió un sistema de salud devastado; ahora toca ser recordados como los mandatarios de la pandemia, por lo que gobernar en tales circunstancias es muy difícil.
“Andrés Manuel y yo pasaremos a la historia como los presidentes de la pandemia; gobernar en la pandemia es gobernar lo desconocido, gobernar lo que no se conoce, es luchar con un enemigo invisible que nadie sabe por dónde ataca”, expresó.
Por tanto, todos debemos ir aprendiendo en el camino cómo enfrentar este problema, de un virus además que ha empezado a mutar y pareciera ser que se fortalece frente a los mecanismos de defensa que nosotros proponemos.
Por lo cual, subrayó, es muy fácil juzgar con números; es muy difícil gobernar en la pandemia.
El presidente Fernández participó en la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional como invitado especial y al final de su intervención señaló que México tiene un presidente honesto y decente, después de muchos años.
“A un líder europeo le comenté que México tiene un presidente como merecen los mexicanos; voy a confesarles algo más, que no creí oportuno decirlo, pero que después de escuchar al presidente, debo decirlo: ‘México tiene al primer presidente honesto en muchos años, el primer presidente decente en muchos años, y cuando lo escucho hablar como habla, actuar como actúa, cada día verifico más eso”, señaló.
Citó al ex presidente de Uruguay, José Mujica, quien considera que cuando se quiera hacer dinero se deben dedicar a los negocios privados no a la política.
“Y yo creo en eso como cree Andrés Manuel y nos repugna ver cómo el poder mediático protege a los poderosos que hacen negocios vergonzosos con los que tienen el poder turno. Yo no estoy para avalar nada de eso”, advirtió.
Ante las distintas preguntas relacionadas con la gestión de la pandemia, dijo a los periodistas que no es lo mismo observar que actuar ante el problema. Para ello hizo una analogía con el futbol.
“El periodista es como el plateista que está mirando el partido de futbol. “Sabe lo que tiene que hacer el arquero, cómo tiene que cabecear el nueve, cómo tiene que mandar el centro pero nunca jugó el partido de futbol. Analizar desde la platea es una cosa muy simple, jugar el partido es otra cosa”.
En la conferencia se le apreguntó por qué no portaba cubrebocas en ese momento.
Fernández respondió que siempre lo usa pero refirió que una de las recomendaciones es que pueden abstenerse cuando se esté en un sitio ventilado y a dos metros de distancia de otra persona, además que dar una conferencia de prensa con la mascarilla es una cosa particularmente incómoda.
“Pero esos cuidados siempre los tengo; de hecho llegué a este maravilloso Palacio con el tapabocas”. Evitó hacer comparaciones con la actitud de su anfitrión.
Explicó que su país debió hacer una cuarentena estricta porque el sistema de salud estaba devastado, el ministerio de Salud había sido anulado; el ministro había dejado vencer millones de vacunas y en Argentina volvía el sarampión mientras las vacunas se pudrían en algún lugar de las aduanas.
“De esto no se habla y no veo a ningún fiscal preocupado por investigarlo. Ahora, nosotros debimos ser muy estrictos porque debimos poner de pie un sistema de salud absolutamente destruido”, expresó.
Debimos actuar con mucha fuerza, añadió, y actuamos en alrededor de 90 días para proveer de todo lo que faltaba, camas de terapia intensiva, respiradores, hospitales.
Señaló que el confinamiento debió instruirse para evitar lo que ocurría en Europa, donde la explosión fue tan enorme que el sistema sanitario no tenía capacidad de dar respuesta.
“Un año después, la tranquilidad que tengo es que en Argentina no hubo ni un solo argentino que fue un hospital y le dijeron ‘no hay lugar para usted’ y ningún médico tuvo que enfrentar la disyuntiva de decir ‘ a quien le doy el respirador’ porque todos los tuvieron”, señaló.
Después, abundó, lamentablemente la pandemia se llevó la vida de 50 mil argentinos de una edad promedio de 74 años.
Dijo que su país tiene muchos cuidados porque como a México, la enfermedad le llegó por los aviones.
Ante el caso de los funcionarios que supuestamente se saltaron la fila de la vacuna en Argentina, el mandatario señaló que se tendrán que ir los que se tengan que ir – luego de que pidió la renuncia al ministro de Salud- pero advirtió que no se hará cargo del escarnio público que están promoviendo sin medida en Argentina.