Por Arturo Lino Guzmán
Todo quedó aclarado, la Secretaría de Turismo permanece y fueron sólo especulaciones –chismes de rumorólogos en tiempos electorales, como los calificó Miguel Torruco, titular de esa dependencia- quien, sin embargo, hizo saber que la Sectur tendría algunos ajustes y sí desaparecerá una subsecretaría, por lo que únicamente operará con una que estará a cargo de Humberto Hernández Haddad, con lo cual se amplían sus funciones y sus encomiendas.
De acuerdo al funcionario, las medidas corresponden a la austeridad por parte del gobierno de la Republica y la Sectur tendrá un nuevo reglamento interno en el que contará la Subsecretaría de Turismo y seis Direcciones Generales que se encargarán de la estrategia de comunicación de la marca México, de los Ángeles Verdes y lo relativo a las acciones respecto a la promoción de los destinos del país en el plano internacional, con lo que Hernández Haddad, adquiere una enorme fuerza en el sector turístico.
Durante su participación en una video conferencia de la presentación sobre negocios en el Mundo Maya, Torruco Marqués explicó que estos cambios obedecen a una reorganización de la dependencia a su cargo para hacer más funcionales y eficientes sus atribuciones.
Por lo pronto, la noticia tranquilizó a la comunidad turística, sin embargo, quedan dudas sobre si la nueva estructura estará a la altura de las necesidades de un sector que es cada vez dinámico, que tuvo, tiene y tendrá muchas variantes a raíz de la pandemia de Covid-19, la cual todavía no termina de hacer estragos en la salud de los habitantes de este planeta.
El turismo ha sido de los sectores más dañados, quizá uno de los más vulnerables por las interacciones que tiene la gente en sus viajes, en sus trayectos, en sus actividades en cada uno de los segmentos, pero ahora los retos serán mayores por la desconfianza que las personas tienen para desplazarse.
Aunado a que la Sectur no desaparece, sino se reorganiza, se dio a conocer otra noticia importante que a nadie debe sorprender. Se trata de los pronósticos para este año de la industria turística, dados a conocer también por la propia dependencia que pinta tres panoramas, que dejan ver que a la industria turística no le irá muy bien en los siguientes 12 meses.
El titular la secretaría mencionó tres escenarios –Optimista, Conservador y Pesimista- de acuerdo a la información disponible en la Cuenta de Viajeros Internacionales con datos hasta noviembre de 2020, con los que se hicieron las proyecciones y al probable impacto que tengan las medidas adoptadas por el gobierno de Estados Unidos, en el sentido de hacer pruebas negativas de Covid-19 a los turistas que ingresen a territorio norteamericano.
En un escenario Optimista sobre llegada de turistas internacionales se proyecta recibir a 33.1 millones, lo que representa un incremento de 8.3 millones sobre lo registrado en 2020, equivalentes a un alza del 33.7 por ciento; el Conservador indica 30.4 millones, 5.6 millones más que el año anterior, lo que representa un aumento de 22.6 por ciento; mientras que el Pesimista estima la llegada de 25.2 millones de turistas, 375 mil más que el año previo, con un alza de 1.5 por ciento.
En lo que toca al ingreso de divisas por visitantes internacionales, el escenario Optimista prevé que este año se capten 16 mil millones de dólares, cuatro mil 700 millones de dólares más que en 2020, equivalentes a un alza del 41.8 por ciento; el Conservador: 14 mil 400 millones de dólares, superior en tres mil 200 millones de dólares al año previo, lo que representa un incremento de 27.4 por ciento; mientras que el Pesimista plantea un ingreso de once mil 500 millones de dólares, 214 millones más que año anterior, es decir, un aumento de 1.9 por ciento.
Las condiciones, si no son del todo adversas, no pintan bien para el ámbito turístico este año para el país, porque en cualquiera de los panoramas que se plantean, habrá una caída de visitantes y de ingresos que tendrán un efecto a futuro, pues queda claro que la recuperación tardará por lo menos otro año y aun cuando se haga una promoción turística intensiva en los mercados más importantes para México, la gente no estará dispuesta a viajar al extranjero, por el miedo y temor que prevalece por la detección de nuevas cepas y en las personas que preferirán hacer trayectos cortos dentro de su propio territorio.
Las medidas adoptadas por Estados Unidos, para evitar que ingresen personas enfermas que pongan en riesgo a sus habitantes, son duras y extremas porque disminuirán el flujo de visitantes a sus destinos, pero son entendibles desde el punto de vista de salud por las nuevas variantes de cepas encontradas de este virus.
Empero en el vecino del norte tardarán tres meses en vacunar a toda su población, aquí en México, se estiman dos años. Entonces el turismo estará en un segundo plano porque los planes o programas oficiales se sujetarán a un periodo de tiempo muy corto que estará enfocado al Tren Maya. Para aquellos que lo dudan, al tiempo.
