A casi un mes de la declaratoria del semáforo rojo en la Ciudad de México por el acelerado aumento de contagios y hospitalizaciones por Covid-19, empresarios restauranteros se alistan para reabrir hoy sus puertas al público. Sin embargo, apenas 30 por ciento podrá operar, debido a que el resto no cuenta con terrazas ni espacios al aire libre.
La condición para la reapertura pone en desventaja a negocios que no cuentan con espacios exteriores o estacionamiento propio para colocar mesas y sillas. En la Ciudad de México hay 45 mil restaurantes establecidos, de acuerdo con estimaciones de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac).
Giulliano Lopestri, uno de los empresarios que participa en las mesas de negociación con la autoridad local, explicó que la situación empeora en el estado de México, donde apenas podrán operar 15 por ciento.
“Es un beneficio temporal para unos cuantos y es un sufrimiento y agonía para los que no pueden abrir. Por ejemplo, los de comida rápida ¿pueden operar en su estacionamiento? Las alcaldías tampoco nos han dado a conocer sus propios lineamientos”, declaró Lopestri.
A raíz del anuncio de la reapertura condicionada, funcionarios de cada alcaldía visitaron sedes de negocios el fin de semana para informar cómo pueden colocar enseres en la vía pública, incluso las alcaldías de Cuajimalpa y de Miguel Hidalgo enviaron sus lineamientos a los empresarios con base en el esquema del gobierno central.
La primera permitió que se utilicen parques, camellones, explanadas y franjas de estacionamiento sobre el arroyo vehicular, e incluso se dio la posibilidad, previo estudio de movilidad, la habilitación de vialidades secundarias exclusivamente para peatones y, por tanto, para el servicio de restaurantes.
En el caso de restaurantes dentro de centros comerciales, se podrán ocupar pasillos y áreas comunes siempre que los espacios se encuentren al aire libre o espacios abiertos que cuentan con gran circulación de aire.
En Miguel Hidalgo se bloqueará un carril en la avenida Emilio Castelar para colocar enseres desde Spuntino hasta el restaurante Arturo’s, casi llegando a la avenida Presidente Masaryk.
