Más de 800 personas fueron desalojadas por autoridades federales y municipales de diversas playas en el puerto de Acapulco cuando pretendían reunirse para celebrar la llegada del Año Nuevo.
En un comunicado, el gobierno de Acapulco reportó que aplicaron varios operativos de inspección con el fin de mantener un estricto control sanitario y para constatar que la población cumpliera las acciones preventivas para evitar contagios por COVID-19.
Los operativos se desplegaron la noche del jueves y madrugada del viernes, donde acudieron personal de Protección Civil, Reglamentos y Espectáculos y Vía Pública, así como elementos de la Policía Urbana, Policía Turística, Policía Vial.
Además, participó personal del Centro de Atención y Protección al Turista que en el recorrido cerraron bares, centros nocturnos, cantinas y taquerías que rebasaron el horario permitido de funcionamiento.