Cambiando las Reglas de la Migración

Por Nidia Marín

La pandemia está cambiando todas las reglas del juego, en todos los renglones y en todos los gobiernos del mundo. En el caso de la migración, por lo pronto se redujo drásticamente el ingreso de personas procedentes de otras naciones y sobre todo sin documentos. En México también.

Sí, hasta el modo de caminar en la vida al que estábamos acostumbrados está presentando nuevas modalidades. Aunque los “coyotes”, “polleros”, traficantes de seres humanos pues, continúen su nefasta labor de cruce de personas indocumentadas en todas las fronteras, como las mexicanas.

Pero hay quienes los defienden. Dice Eduardo Torre Cantalapiedra en su trabajo “¿Coyotes o defensores de migrantes? Criminalización del activismo promigrante en tiempos de caravanas” (publicado por Scielo):

“El primer año de mandato de Andrés Manuel López Obrador -que dio comienzo el 1 de diciembre de 2018- en lo que a la gestión migratoria se refiere ha estado marcada por tres hechos destacables:

“1) la incursión de las caravanas de migrantes en México como una nueva forma de movilidad adoptada por los migrantes para el cruce de fronteras y el tránsito de territorios;

“2) el ultimátum de imposición de aranceles a los productos mexicanos del presidente Trump si México no frenaba la migración en tránsito hacia Estados Unidos, que exigió a México redoblar sus esfuerzos en cuanto a la política de contención de la migración irregular; y

“3) la que puede considerarse una imposición de Estados Unidos al gobierno mexicano de los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés), por medio de los cuales miles solicitantes de asilo en Estados Unidos fueron devueltos a México para que esperasen su cita ante el juez de alguna corte estadounidense”.

Pero más allá de que existan o no modificaciones de parte de los gobiernos de los países para lograr caminos menos tortuosos y en algunos casos letales, nuestra nación siempre estará en el ojo del huracán debido a su frontera con Estados Unidos.

En la actualidad, en el orbe, una gran cantidad de personas vive en un país distinto de aquel donde nacieron, el mayor número hasta ahora. En 2019, el número de migrantes alcanzó la cifra de 272 millones, 51 millones más que en 2000, señalan los que saben.

Muchos mexicanos también radican por todas partes, aunque en la República Mexicana hay situaciones que ya sufrieron modificaciones, no se crea que por habilidad de los gobernantes, no, sino por el Covid-19 que asola a la tierra y desde luego al Continente Americano.

En este pandémico 2020, de acuerdo a la Secretaría de Gobernación ingresaron a México únicamente 13 millones, 228 mil cuarenta personas. (13, 228. 040). La variación con respecto a 2019 es de 51.4 por ciento ya que en ese lapso del año pasado entraron a nuestro país 32 millones 614 mil 574 seres humanos y con respecto a 2018 cuando llegaron a México 32 millones 315 mil 64 personas.

Y hay que ver por dónde ingresaron: Por Quintana Roo, 4,736, 290 personas; Ciudad de México, 2,504.596; Jalisco, 1,570.530; Baja California, 1,248.407; y Baja California Sur, 841,764. Las demás entidades de ingreso fueron: Chiapas, Tamaulipas, Nuevo León y Chihuahua entre otras.

En el documento “Síntesis 2020 Estadísticas Migratorias” se precisa que las entradas marítimas este 2020 fueron por Cozumel y Majahual, Quintana Roo; Ensenada, Baja California; y Cabo San Lucas, Baja California Sur; Progreso, Yucatán; Puerto Vallarta, Jalisco y Mazatlán, Sinaloa.

En fin, que la migración oficialmente estuvo de la manera antes dicha, aunque indudablemente en materia de sus políticas sufrirá modificaciones. Algunas de éstas ya se están observando. Por ejemplo, la dada a conocer hace unos días, por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Cepal, quien en la III Reunión Anual del Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones al desplazamiento forzado (MIRPS), realizada de forma virtual se refirió al Plan de Desarrollo Integral para El Salvador, Guatemala, Honduras y el sur-sureste de México el cual coloca al desarrollo sostenible en el centro y según explicó cuenta con el compromiso político de los cuatro gobiernos y articula propuestas del todas las agencias, fondos y programas del Sistema de Naciones Unidas que actúan en la región

Y realista que es doña Alicia señaló que “el Covid-19 golpea duramente a los países del norte de Centroamérica y México. En 2020, alrededor de 12 millones de personas caerán en situación de pobreza en estos países. El impacto de la crisis en los Estados Unidos golpea principalmente a migrantes, con impacto negativo en las remesas”.

El remate es que la CEPAL estima que este nefasto año que concluye el Producto Interno Bruto (PIB) de México caerá 9%, el de El Salvador 8,6%, el de Honduras 8% y el de Guatemala 2,5%.

Por ello los analistas consideran que una vez que se reduzca la pandemia la migración se desatará como nunca.

Y ni como decir que no será así.

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