La agencia Fitch consideró este jueves insuficientes los estímulos fiscales que el Senado mexicano propone para la empresa pública Petróleos Mexicanos (Pemex), que bajarían de 58 % a 35 % la tasa que paga por Derecho de Utilidad Compartida (DUC).
En un comentario, la calificadora indicó que el flujo de efectivo de Pemex apenas pasaría a una cifra negativa de 10.200 millones de dólares anuales frente a la estimada actualmente de 13.000 millones de dólares, también negativos.
“Aunque la reducción fiscal propuesta para Pemex sería un paso adelante para disminuir la significativa carga fiscal de la compañía, necesitará apoyo adicional dentro de los años siguientes para incrementar el gasto en capital (capex) sin requerir mayor deuda”, advirtió.
El comentario de Fitch llegó dos días después de que Pemex monetizara bonos que intercambió con el Gobierno por un valor de 95.600 millones de pesos (cerca de 4.800 millones de dólares) para pagar pasivos de corto plazo.
La deuda financiera total de Pemex ha crecido un 24,9 % en lo que va del año, hasta alcanzar 107.791 millones de dólares en septiembre.
Pese a una ganancia inusual de 61 millones de dólares en el tercer trimestre, Pemex perdió 26.345 millones de dólares en los primeros nueve meses de 2020, un 243,1 % más que en el mismo periodo de 2019, según sus últimos resultados financieros.
Ante este panorama, el senador Armando Guadiana, del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), propuso una reforma a la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos para disminuir aun más los impuestos que paga la petrolera.
La iniciativa argumenta que este año Pemex pudo haber reportado un balance financiero positivo de 1.700 millones de pesos (unos 85 millones de dólares) con una tasa de DUC de 35 % en lugar del déficit de 62.600 millones de pesos (3.130 millones de dólares) con la tasa actual.
“Pemex requiere una reingeniería financiera, debido a que operativamente genera el suficiente flujo de efectivo para poder cubrir la deuda y costo financiero ligado a la operación, pero ya no puede continuar descuidando la inversión y seguir aportando el gasto corriente”, justificó el senador.
Fitch recordó que la calificación de Pemex es BB- con perspectiva estable, aunque estos son tres peldaños más abajo que la calificación soberana de México, de BBB- con perspectiva estable.
“La relación moderada entre la calificación de Pemex y la soberana refleja el rezago y la incertidumbre del significativo apoyo del Gobierno debido a las dificultades financieras de Pemex como resultado del declive en los precios del petróleo”, concluyó la calificadora.