Sin Pudor Político y en los Brazos de un Virus

Por Nidia Marín

A punto de concluir 2020, el año del martirio para 7,700 millones de seres humanos pobladores de la tierra (50.5% hombres y $59.5% mujeres de acuerdo a las Naciones Unidas y a la Central Intelligence Agencia, es decir la CIA), las cifras de víctimas del Covid-19 siguen en aumento y probablemente el cierre sea fatal, con 90 ó 100 millones de casos y con casi 2 millones de fallecimientos.

Y cada día se eleva más el porcentaje con víctimas en los cinco continentes, pero el Americano no ha dejado el primer sitio desde agosto. Por ejemplo, ayer, de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, en las últimas 24 horas se habían notificado 300.364 casos y 4.196 muertes adicionales, lo que representa un aumento relativo del 1,00% en los casos y un aumento relativo del 0,54% en las muertes, en comparación con el día anterior.

Desgraciadamente no se puede decir nada bueno de México en esa materia ya que ocupa el sitio número 13 del mundo en cuanto a infectados y en el cuarto sitio de muertos.

Evidentemente, algo o mucho ha hecho mal el gobierno federal que, a la fecha, con la peor crisis de la historia en la materia, sólo da palos de ciego, mientras los titulares de una buena parte de los gobiernos locales hacen lo que pueden y algunos se enfrentan directamente con representantes de máximo cargo.

El colmo es que en el caso más grave de la República, en transmisión, infección y fallecimientos,  la Ciudad de México, somo si no fuera suficiente, registre un enfrentamiento entre dos personajes que aspiran a ser el próximo mandatario o mandataria de este país. Sí, es el caso de Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la capital del país y el subsecretario de Salud federal, consentido de AMLO, Hugo López-Gatell.

Es por ello que ninguno de los dos personajes toma decisiones drásticas para frenar los contagios al considerar, seguramente, que pierden votos.

Da vergüenza decir que son nuestros gobernantes personas sin el menor pudor político, porque eso no es gobernar sino manipular el poder a conveniencia.

La pandemia, para desgracia de muchos, ha dejado al descubierto la gruesa piel de algunos ante acciones poco éticas que han desarrollado. Tienen el bastoncillo de mando, pero no asumen los costos en popularidad de tomar medidas drásticas, pero efectivas, prefieren navegar con el cuento de la bondad, mismo que ya nadie les cree.

Y es que el problema no es el 2024 aun, sino que se acerca el 2021 con su carga electoral por la cual salen a relucir una serie de afrentas contra los candidatos que no son de la preferencia del jefe de jefes que ocupa la “Silla del Águila”

Sí, arriban con toda su carga, la difamación, la calumnia y las injurias a nivel federal y local. Sí, este tipo de conductas son recurrentes en los procesosen los procesos electorales y han sido utilizadas por candidatos a un cargo de elección popular o por malquerientes como un instrumento para denigrar.

Es la “guerra sucia” a punto de regresar si es que en algún momento se ha ido, ya que desde Palacio Nacional no ha cesado desde el arribo del actual gobierno.

Efectivamente, en México, con o sin la pandemia, todo está permitido… si lo ordena el inquilino de Palacio Nacional.

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