Japón anunció este martes un nuevo plan de estímulos fiscales por 708,000 millones de dólares, en busca de acelerar la recuperación del país tras el derrumbe de la actividad por la crisis del coronavirus, enfocándose en impulsar la inversión en áreas como el medio ambiente y la innovación digital.
El programa incluirá 40 billones de yenes (unos 384,540 millones de dólares) en gastos fiscales directos e iniciativas que apuntan a reducir las emisiones de gases de carbono y apurar la adopción de tecnología digital.
Autoridades de todo el mundo han instalado una barrera de estímulos monetarios y fiscales para evitar una profunda y prolongada recesión, luego de que el coronavirus cerró las fronteras internacionales y dejó a millones de personas sin trabajo.
En Estados Unidos, el Congreso actualmente debate un nuevo plan de ayuda fiscal por 908,000 millones de dólares.
La pandemia en Japón ha forzado al Gobierno a postergar su agenda de reforma fiscal, a pesar de enfrentar la mayor carga deuda pública del mundo industrial, que duplica el tamaño de economía.
«Hemos compilado nuevas medidas para mantener el empleo, sostener empresas y restaurar la economía, a fin de abrir la puerta a un nuevo crecimiento en áreas ambientales y digitales, al tiempo que protegemos las vidas y los medios de vida de las personas», dijo el primer ministro Yoshihide Suga en una reunión con líderes de su partido.
El plan, aprobado por el Gabinete el martes, llevará el monto total de medidas de estímulo relacionadas al coronavirus a cerca de 2 billones de dólares, casi dos tercios de la economía japonesa.
Suga dijo que los nuevos estímulos impulsarían el Producto Interno Bruto (PIB) de Japón en alrededor de 3.6 por ciento.
La economía de Japón, la tercera más grande del mundo, se recuperó en julio-septiembre de su peor contracción de posguerra en el segundo trimestre, aunque muchos analistas esperan que una tercera ola de infecciones por Covid-19 permitirá solo una modesta recuperación.
Además del gasto fiscal directo, el paquete incluye garantías crediticias y líneas de préstamos para pequeñas empresas que enfrentan tensiones de financiamiento causadas por la pandemia.
El nuevo estímulo también tiene indicaciones consideradas como prioridades políticas para Suga, con miras a un mundo pospandémico, al contrario de dos paquetes anteriores que se enfocaban en lidiar con la crisis inmediata en los hogares y las empresas debido a la pandemia.
Los ejemplos incluyen un fondo de 2 billones de yenes para promover proyectos de inversión que ayuden a lograr la neutralidad de carbono para 2050 y 1 billón de yenes para acelerar la transformación digital.