El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este martes que ya cumplió 97 de sus 100 principales compromisos al rendir el informe de su segundo año frente al Gobierno mexicano.
El mandatario aseguró en su discurso desde Palacio Nacional que solo le falta cumplir tres promesas: descentralizar las dependencias del Gobierno federal, impulsar la energía renovable con hidroeléctricas y aclarar la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
«Es un timbre de orgullo el que, a pesar de la crisis sanitaria y económica que provocó la pandemia y con todo el sufrimiento causado, no dejamos de trabajar para consumar la cuarta transformación de la vida pública de México», expresó.
Ante decenas de funcionarios, López Obrador destacó que «cuando en marzo de este año llegó al país la pandemia del nuevo coronavirus» su gobierno había avanzado «mucho».
«Enfrentar la crisis económica ha sido menos doloroso y complejo que luchar contra los contagios, nos ha resultado muy útil desechar las recetas económicas aplicadas durante el periodo neoliberal», sostuvo.
El presidente presumió de ahorrar 1,3 billones de pesos (casi 65.000 millones de dólares) en compras y contratos, con la reducción del robo de combustible o «huachicoleo» como se conoce popularmente, el combate al fraude fiscal y su política de «austeridad republicana».
Tras la contracción anual de 0,3 % del PIB en el primer año de su Gobierno y la acumulada de 9,6 % en este segundo, el presidente insistió en que existe una recuperación económica en forma de «V» que permitirá recobrar en marzo la totalidad del millón de empleos formales perdidos por la pandemia.
«Y lo más importante, esta nueva política económica fincada en la moralidad nos ha permitido financiar programas sociales para el bienestar de nuestro pueblo», señaló.
El líder citó un incremento del 30 % en el salario mínimo en los últimos dos años y que el 70 % de los hogares mexicanos son beneficiarios de al menos un programa social.
Pese a la pandemia, resaltó un crecimiento de 8 % en las ventas minoristas de enero a noviembre, la entrega de 2.750.000 créditos, la estabilización del tipo de cambio y «solo» una disminución del 3 % en los ingresos públicos.
El presidente también se adjudicó como logro el histórico aumento del 10 % en las remesas enviadas del extranjero, que este año superarían los 40.000 millones de dólares para recaer en 10 millones de familias.
«Puede calificarse como una especie de milagro social, que fortalece nuestra creencia en la extraordinaria fraternidad del pueblo de México», enfatizó.
Mientras la covid-19 suma más de 1.110.000 contagios y se consolida como la segunda causa de muerte con cerca de 106.000 fallecidos, López Obrador defendió sus estrategias «poco convencionales».
“No nos hemos visto rebasados. Hemos procurado que a ningún enfermo le falte atención médica y hospitalaria, y hemos salvado miles de vidas”, dijo.
Asimismo, afirmó que México avanza hacia la paz con su estrategia de seguridad pese a que 2020 se perfila como el año más violento de su historia contemporánea con aumentos de 3,8 % en homicidios y 8,9 % de feminicidios.
«A pesar de los vicios, del caos y de la gravedad del problema que heredamos, con la nueva política de seguridad pública hemos ido avanzando para conseguir la paz», observó.
El líder izquierdista, quien llegó al poder hace dos años con más del 53 % de los votos, terminó su discurso con un halago a su popularidad.
«La mayoría de los mexicanos está respaldando a nuestro Gobierno, en la última encuesta, porque yo tengo ‘otro dato’, el 71 % de los mexicanos desean que sigamos gobernando, y con eso tenemos», concluyó.