Tanya Arteaga Ricci, académica de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, señaló que el acoso, amenazas o extorsiones caracterizan la violencia digital lo cual atenta contra la integridad, dignidad, intimidad o libertad de las personas.
n ese sentido, precisó, que esta práctica impacta de manera negativa principalmente en las mujeres y les causa daño moral, psicológico, económico o hasta sexual en los ámbitos público y privado, situación que incluso afecta a sus familias.
Durante la ponencia “Tipos de violencia digital”, la universitaria expuso que la velocidad a la que ha crecido la tecnología, «nos llevó a cortar la distancia mediante distintos medios de telecomunicación; sin embargo, en ocasiones estas herramientas poderosas no se usan para el bien común».
Señaló que esta nueva forma de agresión se identifica como aquella acción en la cual, a través medios digitales, se acose, amenace o extorsione a cualquier individuo.
Arteaga Ricci añadió que, “existen muchos estudios sobre la violencia relacionada con la tecnología, pero la gran mayoría destaca 13 categorías para comprender, analizar y prevenir dicha violencia digital. Entre ellas, está el acceso no autorizado y control de acceso, en el que se sufren ataques a las cuentas o dispositivos de una persona de forma no autorizada, aquí entran el espionaje o robo de información”, señaló.Asimismo, el control y manipulación de la información, la suplantación y robo de identidad, monitoreo y acecho, expresiones discriminatorias, acoso, amenazas, difusión de información personal o íntima sin consentimiento, extorsión, desprestigio, abuso y explotación sexual relacionada con las tecnologías, afectaciones a canales de expresión, así como omisiones por parte de actores con poder regulatorio.
Para prevenir esta situación, expuso que es necesario emplear contraseñas seguras a través del uso de mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales, sin compartirlas; activar la verificación en dos pasos para el acceso a los correos o redes sociales; si se envía información sensible o confidencial, evitar hacerlo desde redes o dispositivos públicos.