Este miércoles se dio a conocer la muerte de la actriz y cantante Flor Silvestre.
La actriz, esposa de Antonio Aguilar, murió rodeada de sus hijos y nietos en su rancho El Soyate, en Zacatecas.
Conocida por ser parte fundamental de la dinastía Aguilar, Flor Silvestre nació en Salamanca, Guanajuato.
Guillermina Jiménez Chaboya, nombre real de Flor Silvestre, participó en más de 70 películas de corte western-mexicano con ambiente folclórico en las que combinaba su faceta como cantante.
Conocida como el Alma de la canción ranchera, Flor Silvestre fue un ícono de belleza y talento y es recordada por su gran voz, su amplia trayectoria como actriz de la Época de Oro del cine mexicano (1933-1964) y por ser la matriarca de una de las familias que ha dejado un importante legado en la música vernácula mexicana.
Según se sabe, el talento y afición al canto fue heredado de su madre, desde pequeña supo que su destino estaba en el mundo del espectáculo y con tan solo 8 años comenzó a cantar para sus padres.
Tras terminar los estudios primarios se trasladó a la Ciudad de México junto con su familia para estudiar secretariado y a los 13 años la cantante impactó a todos los presentes en su primera presentación en un escenario.
El siguiente paso fue cantar en una popular estación de radio y a partir de entonces comenzó la búsqueda de su nombre artístico.
Fue el locutor Arturo Blancas quien le propuso hacerse llamar Flor Silvestre, nombre inspirado en la película homónima protagonizada por Dolores del Río y que marcaría la carrera de la joven de por vida.
Los contratos comenzaron a llegar tras ganar un concurso organizado por otra estación de radio. Esto le permitió formar parte del Teatro Colonial, uno de los más renombrados de la época e irse de gira a diversos países de Latinoamérica.
A su regreso, la cantante comenzó a cantar en El Patio, un centro nocturno de espectáculos exclusivos en donde artistas de la talla de Judy Garland, Lucha Villa, Pedro Vargas y Raphael tuvieron importantes presentaciones.
A partir de entonces la carrera de Flor comenzó a crecer exponencialmente. Fue conductora y cantante de un programa de radio, recibió sus primeras propuestas para hacer películas y grabó sus primeros discos.
El zar del cine mexicano, Gregorio Walerstein, la contrató para ser parte de cinco de sus películas, siendo’Primero soy mexicano’ (1950) la primera de ellas.
En ese mismo año la cantante grabó sus primeros discos en Discos Columbia de México, con quienes celebró sus primeros éxitos.
Su discografía abarca más de 30 álbumes que recopilan una gran cantidad de géneros mexicanos y latinoamericanos y el sello discográfico con el que más trabajó fue Discos Musart, responsable de temas como ‘Cielo Rojo‘, ‘Renunciación‘ y ‘Mi casita de paja‘, entre otras que marcaron su carrera.
Sin embargo, sus últimos discos fueron editados bajo Sony Music Mexico.
Entre las películas más conocidas de la actriz están ‘El bolero de Raquel’ (1957), al lado de Mario Moreno, Cantinflas; ‘La cucaracha’ (1959), junto con María Félix; ‘Dos locos en escena’ (1960) y ‘Tres muchachas de Jalisco’ (1964).
En 1956, durante el rodaje de la cinta ‘Los muertos hablan’ conocer a quien fuera su esposo hasta 2007, Antonio Aguilar.
Al lado de su esposo aprendió el arte de la charrería en todas sus facetas, trabajando incansablemente en el ‘Espectáculo Internacional Ecuestre de la Familia Aguilar’, famoso por sus actos con caballos entrenados.
Junto a su esposo, Antonio Aguilar, conformó una de las familias con más tradición en el mundo de la música a través de su hijo Pepe y ahora con sus nietos entre los que destaca, Ángela.
El talento de Antonio Aguilar y Flor Silvestre fue heredado por sus hijos y nietos, quienes han continuado con la dinastía, pues la mayoría de ellos ha seguido los pasos de estas grandes figuras y se han hecho un espacio propio.