En el tercer trimestre de 2020, con un mercado laboral más pequeño que el año pasado, 32 millones de personas trabajaron por un ingreso que no supera dos salarios mínimos, es decir, 7 mil 393 pesos al mes, con la que deben proveer a sus familias, mostraron datos oficiales.
En suma, son 180 mil 748 personas que con el choque de la pandemia de Covid-19 se agregan al universo de quienes perciben ingresos menores a dos salarios mínimos, respecto del mismo periodo del año pasado, según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El hecho implica que entre julio y septiembre pasados, 63 por ciento de las 51 millones de personas con trabajo en el país recibían menos de dos salarios mínimos; un año atrás eran 57.91 por ciento de 55 millones de ocupados.
Trabajar no es suficiente para garantizar que una familia pueda adquirir bienes básicos, incluso comer. De acuerdo con David Kaplan, investigador de mercados laborales en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el tercer trimestre de este año 44.5 de cada 100 integrantes de la población se encontraban en situación de pobreza laboral. Esto significa que su ingreso es insuficiente para comprar la canasta alimentaria. En el primer trimestre del año, esa proporción fue de 35.7 de cada 100.
En una publicación en redes sociales el investigador explicó que si bien el dato de pobreza laboral entre julio y septiembre marca una diferencia respecto al 52 por ciento alcanzado en el segundo trimestre de 2020, el indicador se mantiene por arriba de lo registrado en los últimos 14 años.
Con base en los cálculos del investigador del BID, 56 millones 515 mil personas –de un estimado de 127 millones que habitan en el país– no cuentan con recursos suficientes para comer o cubrir otras necesidades básicas, pese a que alguien de la familia trabaja.