La amplitud de reacciones que generan las redes sociales contribuyen a la pérdida de diálogo, limitando las opiniones hasta el punto de deteriorar la crítica y el intercambio de información válida, certera y veraz que requiere una democracia, aseguró la Consejera Claudia Zavala.
“Las redes sociales tienen aspectos positivos, pero también tienen aspectos negativos, un solo evento político tiene mil reacciones diferentes, pero en el camino se pierde la posibilidad de diálogo y, en esa medida el intercambio de opiniones se acota, se limita y a veces hasta se empobrece”, señaló.
Durante su participación en la presentación del libro “Ensayos Electorales”, publicado por el Tribunal Electoral de Quintana Roo, la Consejera refirió que la capacidad de respuesta que existe en el mundo del internet y las redes sociales al final convierte una voz individual que se pierde en la nube cibernética donde cohabitan cientos, miles o millones de voces.
No obstante destacó que estas herramientas han permitido ejercer a la ciudadanía su capacidad de crítica y el acceso a la información con la que cuentan, lo que ha modificado la realidad a la que se enfrentan los partidos políticos que se encuentran muy lejos de la comodidad.
“Los partidos se han enfrentado a las transformaciones asociadas a la modernidad, pasando de estructura de masas a instituciones que se someten al tamiz de la crítica política, materializado en voz de la sociedad”, agregó.
En este sentido resaltó la importancia de publicaciones como las que realiza el Tribunal Electoral de Quintana Roo, para poder decantar los procesos de reflexión y poner a disposición de la ciudadanía herramientas nuevas para formar su criterio, más allá de lo que dice internet, las redes sociales, un youtuber o influencer.
La Consejera Zavala también se refirió a la importancia del lenguaje jurídico incluyente, uno de los temas analizados en la publicación, al considerar que todo aquello que se nombra se reconoce y existe.
Frente a ello, coincidió en que un lenguaje neutro y no incluyente es una de las formas más sutiles de discriminación por razón de género e invisibiliza, lo que obliga a trascender esta mala práctica lingüística para ir forjando una sociedad más igualitaria.
“Estoy convencida de que, si bien la palabra es un medio de comunicación, también constituye la manera como nos nombramos y reconocemos. Todo lo que se nombra se reconoce y existe, cuando nombramos la violencia, por ejemplo, reconocemos su existencia, pero sobre todo, somos capaces de identificar que sólo a partir de ello vamos a prevenirla, evitarla y a combatirla”, sentenció.
Asimismo, habló sobre la importancia del sufragio pasivo en favor de indígenas y jóvenes en Quintana Roo que aborda el libro, por considerar que uno de los retos para los comicios del próximo año será contar con diagnósticos y estudios para aplicar la perspectiva interseccional en la exigencia de la postulación de personas de estas comunidades.
Ello, dijo, como una forma de garantizar las mejores condiciones para que puedan integrarse a los órganos de gobierno y de representación popular, tanto en la entidad como a nivel federal.
En la presentación también participaron Eva Barrientos Zepeda, Magistrada de la Sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), así como César Wong Meraz, Presidente de la Asociación de Tribunales Electorales de la República Mexicana (ATERM).