El diario The Washington Post reveló que en la repatriación de Salvador Cienfuegos a territorio mexicano se da en medio de una estrategia de México para limitar a la Administración de Control de Drogas (por sus siglas en inglés, DEA) en nuestro país.
Según el periódico, el cambio al interior de la fiscalía de la Fiscalía de Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York se dio ante «amenazas del gobierno mexicano de limitar el papel de la Administración de Control de Drogas en el país».
El Washington Post citó a un funcionario encargado de hacer cumplir la ley familiarizado con el caso, por otro lado indicó que un «funcionario mexicano confirmó la posibilidad de que la DEA sea excluida del país».
Estados Unidos anunció el martes que aceptó desestimar los cargos relacionados con narcotráfico en contra del exsecretario de Defensa mexicano Salvador Cienfuegos, por lo que podrá regresar a México como «ciudadano» a enfrentar a la justicia de su país, dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Un documento de una corte de Brooklyn, Nueva York, donde se dirime el caso contra Cienfuegos, señaló que Estados Unidos accedió a dar marcha atrás a la acusación contra el general en retiro al enterarse de que México también lo está investigando.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos había anunciado apenas unas horas antes que buscaría que se desestimaran los cargos contra Cienfuegos, que incluyen protección a narcotraficantes y otros delitos como conspiración para fabricar, importar y distribuir narcóticos y lavado de dinero, para que pueda ser investigado bajos leyes mexicanas.
«Vemos con simpatía», dijo el canciller Ebrard en conferencia de prensa sobre la decisión de Estados Unidos de desestimar los cargos contra Cienfuegos, poco antes de divulgarse el documento de la corte de Brooklyn.
«No la vemos como el camino a la impunidad sino como un acto de respeto a México y a las Fuerzas Armadas y significa que las bases que existen de cooperación y seguridad podrán mantenerse», añadió.Cienfuegos, secretario de Defensa entre 2012 y 2018, fue aprehendido a mediados de octubre en el principal aeropuerto de Los Ángeles, acusado de facilitar la operación del cártel H-2, de los hermanos Beltrán Leyva, una organización criminal nacida en el estado noroccidental Sinaloa, a cambio de sobornos.