“Un Hombre Vale por lo que Lucha”
Por Horacio Armando Hernández Orozco
“Ciudadano X” (“Citizen X”) es un telefilme de 1995, dirigido por Chris Gerolmo, con la actuación de Donald Sutherland (coronel Mikhail Fetisov), Stephen Rea (teniente Viktor Burakov) Jeffrey DeMunn (Andrei Chikatilo), Max von Sydow (Dr. Alexandr Bukhanovsky), Joss Ackland (Bondarchuk) y John Wood (Gorbunov).
En 1982 un cuerpo mutilado ha sido encontrado en un bosque cerca de la ciudad rusa de Rostov; el forense Viktor Burakow, encargado de la investigación descubre con sus pesquisas que en el lugar hay más cuerpos mutilados, todos con ciertas similitudes, por lo que es probable que se trate de un asesino serial.
Basada en una historia real acerca de la investigación del asesino en serie de la Unión Soviética, Andrei Chikatilo, quien fue ejecutado en 1994 después de asesinar a 52 mujeres y niños entre 1978 y 1990; la cinta muestra los esfuerzos de los detectives por capturarlo y cómo la propaganda y la burocracia soviética dificultan la captura del mismo.
UN FORENSE CONTRA LA INSTITUCIÓN
El Coronel Mikhail Fetisov designa como encargado de la investigación sobre los diversos cuerpos que se han encontrado en un bosque cerca de Rostov al forense Viktor Burakow, quien ante el comité que se ha formado sobre el caso, adelanta que según sus pesquisas y debido a que hay más de 15 cuerpos mutilados con heridas similares, se trata de un asesino serial, pero Bondarchuk, vocero del partido comunista, lo para en seco, para decirle que los asesinos en serie son un «fenómeno occidental decadente».
La investigación formal comenzó en 1982, aunque desde 1978 se habían encontrado diversos cuerpos pertenecientes a niños y a mujeres, esto es, que durante cuatro años no se había puesto la atención debida para investigar y resolver esa serie de crímenes, y cuando se nombra a un encargado de la investigación, lo primero que surge es que por política gubernamental no se puede hablar ni mucho menos hacer una investigación bajo la base de que se trata de un asesino serial, es más, se le sugiere a Viktor Burakow a investigar en otra dirección y buscar al asesino entre los gays.
Es aquí cuando cobra relevancia la autonomía e independencia de una institución encargada de investigar y resolver los delitos, esto es, la autonomía de las procuradurías de justicia, pues si están al servicio de un ejecutivo, lógico es que sea desde ahí donde se dicten las líneas de investigación, aunque éstas sean erróneas.
UN FORENSE SIN RECURSOS
Viktor Burakow, en una segunda entrevista con el comité, solicita que le sean asignados más hombres para la investigación, que se le dote de computadoras para crear una base de datos, que se le permita comunicarse con la oficina de homicidios del FBI por ser quien tiene la mayor fuente de información de asesinos seriales, y que se le dé publicidad al caso para advertir del peligro, para identificar más cadáveres y lograr encontrar un testigo presencial.
Obvio las peticiones son rechazadas, sin dar una razón, pero el Coronel Fetisov, le dice que las peticiones fueron negadas porque la fuerza de la burocracia interviene para no conceder todos los medios a quien lo solicita, pedir más hombres y material es admitir ante sus superiores que están desbordados; pedir ayuda al FBI, es admitir que se está retrasado en técnicas forenses y de investigación; y, publicar el caso, es admitir que tales crímenes existen en la Unión Soviética; en cualquier caso es preferible morir que admitir cualquiera de estas cosas.
Toda unidad u oficina de investigación debe contar no sólo con el personal capacitado para realizar su función, sino con los recursos materiales para desarrollarla; la investigación es la pieza clave del buen éxito, no sólo de la procuración de justicia, sino también de la administración de la misma.
UN FORENSE Y EL PARTIDO COMUNISTA
Burakov continúa con sus investigaciones, y en 1984, por casualidad, el autor Andrei Chikatilo es arrestado, pero una comparación con los rastros de esperma y sangre encontrados en algunas víctimas no concuerdan con las del detenido; además Chikatilo es miembro del partido comunista, por lo que Bondarchuk ordena que sea liberado.
Sin recursos, sin que nadie apoye sus líneas de investigación y cuando se detiene a un probable responsable, que en realidad lo es, se ordena su liberación por pertenecer al partido comunista, lo único que queda es renunciar al cargo, no por falta de capacidad sino por falta de apoyos.
Burakow no se da por vencido, y decide reclutar un psiquiatra para encontrar al asesino, algo novedoso en Rusia, pues nunca se había consultado a alguno, así que en 1987 logra contactar a Bukhanovsky, un psiquiatra especializado en psiquiatría anormal, quien escribe un perfil novedoso y correcto del asesino basándose en los datos de la investigación, a quien llama Ciudadano X.
La psiquiatría forense estudia el comportamiento normal y anormal del individuo, su tarea es evaluar, diagnosticar y emitir el dictamen relacionado con la sanidad mental o con los trastornos del comportamiento o patologías mentales, las cuales tienen diversos orígenes entre los que destacan factores genéticos, físicos, químicos, psicológicos y socio ambientales; la evaluación sirve para colaborar en las diferentes áreas jurídicas: penal, civil, laboral.
En 1990, con el colapso de la perestroika, se logra la prohibición de la influencia comunista dentro de las investigaciones policiales, lo que permite a Fetisov, ya como jefe de la milicia en Rostov, apoyar libremente a Burakov, quien obtiene los recursos necesarios para la búsqueda sistemática del asesino, siendo en ese año, que se da la detención de Chikatilo.
Aquí intervine Bukhanovski, quien le lee a Chikatilo su retrato sobre el autor de los asesinatos; impresionado por la precisión del perfil que hizo Bukhanovsky, Chikatilo pierde los nervios y confiesa todas sus acciones.
Esta escena entre Bukhannovsky y Chikatilo, en palabras de la crítica de cine, Fernanda Solorzano, justifica todo el filme, y tiene verdad en decirlo.
El gran trabajo profesional realizado por Viktor Burakov fue de tal magnitud que llegó a ser reconocido como el mejor detective privado de todo el mundo, atribución otorgada tanto por el FBI como por la CIA, y se le considera como uno de los detectives que encabeza el ranquin de este rango.
La búsqueda de Chikatilo fue ocho años de infierno para Viktor Burakov quien luchó contra la burocracia de ese Politburó atorado en su propia indigencia moral; pero ¿habrá en México algún Burakov capaz de luchar contra la burocracia en la resolución de tantos homicidios?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…