El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene pensado despedir inmediatamente al director del FBI, Christopher Wray, a la jefa de la CIA, Gina Haspel, y al secretario de Defensa, Mark Esper, de acuerdo con el sitio de noticias Axios.
Dos fuentes que trataron el tema con el mandatario aseguran a Axios que la lista de funcionarios que Trump quiere fuera es más larga pero por el momento los tres mencionados son su prioridad, debido a que el círculo que rodea a Trump ha dejado de confiar en ellos y los “desprecian”.
De acuerdo con una de las fuentes, el presidente podrá despedir más fácilmente a funcionarios públicos de carrera mediante una reciente orden ejecutiva que “politizará el servicio civil”.
Trump está frustrado con la directora de la CIA por su reticencia a desclasificar documentos del director de Seguridad Nacional, John Durham, en cuanto el manejo del gobierno de Barack Obama sobre la investigación de los supuestos vínculos de la campaña de Trump con Rusia.
El presidente está frustrado porque la investigación de Durham no ha llevado a ninguna acusación contra funcionarios de la administración de Obama.
El círculo íntimo de Trump considera que “el trabajo de Haspel consiste en manipular a las personas” como cuando “trabajaba con activos en el campo», de acuerdo con la fuente citada por Axios.
En cuanto al director del FBI, Trump ha estallado en su contra porque se ha negado a iniciar una investigación sobre los negocios en Ucrania de Hunter Biden, hijo del candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, ni despidió a más funcionarios que, según el presidente, habrían espiado a su equipo de campaña en 2016 para investigar la injerencia rusa en esas elecciones.
En el caso del secretario de Defensa, Trump lo quiere fuera de su administración desde Esper que rechazó el envío de militares en activo a las calles para terminar con las protestas por la justicia racial y contra la violencia policial que sacudieron a EU a mediados de año.
El funcionario consultado por Axios afirmó que discutió con Trump opciones para sustituirlo pero le recomendó “esperar hasta después de las elecciones para reemplazarlo”.
“A los tres ya los hubiera despedido si no fuera por los dolores de cabeza políticos que le causaría actuar antes del 3 de noviembre”, indicó la fuente a Axios.
Una victoria de Trump, “sin importar el margen”, lo animará a despedir a cualquier persona que considere que “lo restringe para implementar sus políticas o perseguir a sus enemigos”, y ya trabaja con los abogados de la Casa Blanca para realizar “pruebas de lealtad” y echar a los “anti Trump” de la administración, indicó el portal de noticias.
