Dos asesores cercanos al vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, entre ellos su jefe de Gabinete, dieron positivo por COVID-19, informaron este sábado fuentes oficiales, menos de un mes después de que se detectara un foco de contagios en la Casa Blanca.
“Marc Short, el jefe de gabinete del vicepresidente, dio positivo por COVID-19, empezó una cuarentena y está ayudando en el proceso de rastreo de contactos”, dijo el portavoz de Pence, Devin O’Malley, en un comunicado a última hora del sábado.
El vicepresidente y su esposa Karen dieron negativo a pruebas de COVID-19 aplicadas este sábado y domingo por la mañana.
“Esta mañana, tanto el vicepresidente Pence como la segunda dama dieron negativo a COVID-19”, fue el último reporte de la Oficina del vicepresidente.
Pence planea mantener su apretada agenda de viajes y mítines a pesar de haber estado en contacto cercano con al menos uno de los contagiados, aseguró la Casa Blanca.
“Aunque se considera que el vicepresidente Pence es un contacto cercano del señor Short, tras consultar a la Unidad Médica de la Casa Blanca, el vicepresidente mantendrá su agenda” como estaba previsto, agregó O’Malley.
El anuncio llegó poco después de que varios medios revelaran que otro asesor cercano a Pence, Marty Obst, dio positivo la semana pasada.
Obst viajó junto a Pence la semana pasada y el 15 de octubre estuvo en un acto de recaudación de fondos con el vicepresidente y el presidente Donald Trump en el club del mandatario en Doral (Florida), pero la Casa Blanca considera que ambos no estuvieron lo suficientemente cerca, informó la cadena ABC News.
Pence ofreció este sábado dos mítines en el estado clave de Florida, y tiene previsto encabezar sendos actos de campaña este domingo en Carolina del Norte y este lunes en Minnesota, según la campaña de reelección de Trump.
Esta no es la primera vez que un asesor del vicepresidente se contagia de COVID-19: su directora de comunicación, Katie Miller, contrajo la enfermedad el pasado mayo. Esa funcionaria está casada con el principal asesor en migración del presidente, Stephen Miller, quien también dio positivo hace dos semanas.
El propio Trump se contagió a finales de septiembre, igual que su esposa, Melania, quien esta semana canceló un viaje que tenía previsto a Pensilvania debido a lo que su portavoz describió como una “tos persistente”.
El foco de COVID-19 en la Casa Blanca afectó a casi 30 personas que estuvieron en contacto directo o indirecto con Trump, entre ellos varios senadores y la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
Sin embargo, la Casa Blanca apenas cambió sus protocolos para hacer frente a la pandemia tras el incidente, y Trump y Pence retomaron enseguida los mítines ante cientos de personas, en los que apenas se mantiene la distancia social y se usan pocos cubrebocas.