La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, dio este domingo un ultimátum de 48 horas a la Casa Blanca para alcanzar un acuerdo sobre un nuevo paquete de estímulo de la economía con el fin de frenar los efectos de la pandemia de COVID-19.
“El tema es que 48 (horas) únicamente se refiere a si queremos hacerlo antes de las elecciones, que es lo que queremos”, dijo Pelosi, en una entrevista con la cadena de televisión ABC News.
Y agregó: “Lo que decimos es que tenemos que congelar el diseño de algunas de estas cosas. ¿Vamos adelante con ello o no? Y cuál es el lenguaje. Soy optimista porque, de nuevo, hemos estado en un toma y daca sobre todo esto”.
Preguntada sobre si los estadounidenses recibirán algún alivio económico antes de las elecciones del 3 de noviembre, la líder demócrata indicó que “eso depende de la Administración”.
“Donde tenemos acuerdo, no lo tenemos todavía sobre el lenguaje, pero estoy esperanzada”, apuntó Pelosi, quien manifestó su desacuerdo sobre el hecho de que el Gobierno quiera quitar del texto del pacto términos referidos a la pandemia.
A ese respecto puso como ejemplo que la Administración de Trump quiere sustituir palabras más contundentes como “requerimientos” por otras como “recomendaciones”.
El subjefe del Gabinete de Pelosi, Drew Hammill, tuiteó el sábado que la presidenta de la Cámara Baja y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, habían hablado por teléfono durante una hora sobre el paquete de estímulo.
“Aunque hubo noticias esperanzadoras sobre las pruebas (de COVID-19), queda trabajo por hacer para garantizar que haya un plan de pruebas global que incluya rastreo de contactos y medidas adicionales para abordar el impacto desproporcionado del virus en las comunidades de color”, apuntó Hammill.
“Queda una serie de diferencias adicionales conforme avanzamos cláusula por cláusula que deben ser tratadas de manera global en las próximas 48 horas. La Casa Blanca debe tomar decisiones para demostrar que la Administración es seria para lograr un acuerdo bipartidista”, zanjó.
La Casa Blanca y los demócratas llevan a cabo desde hace meses conversaciones para acordar un nuevo paquete de estímulo, tras el aprobado en marzo de este año por valor de 2.2 billones de dólares, el mayor de la historia del país.
Ante la falta por el momento de acuerdo, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch Connell, anunció el sábado dos votaciones en su cámara la próxima semana sobre dos proyectos presentados por su bancada.
El próximo martes se votará una propuesta para dotar de financiación al Programa de Protección de Nóminas (PPP, en inglés), incluido en paquete de estímulo aprobado en marzo y que expiró en agosto pasado.
Dicho programa permitió a los pequeños negocios recibir préstamos del Gobierno federal, que podían ser condonados si las nóminas de los trabajadores se mantenían a un cierto nivel.
El miércoles, McConnell quiere someter a votación de nuevo el plan de estímulo económico de 500 mil millones de dólares, sugerido por los republicanos, que los demócratas bloquearon el mes pasado, aunque es improbable que consiga los apoyos suficientes.
Trump alentó esta semana un acuerdo antes de las elecciones, sugiriendo que Mnuchin debería ir más allá de la propuesta actual de la Casa Blanca de 1.8 billones de dólares, a pesar del rechazo de los senadores republicanos a ese importe.