La “Operación Padrino”, como bautizó la DEA (la agencia antidrogas estadounidense, por sus siglas en inglés) a la investigación contra Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional, tumbó la presunta red de narcotráfico del general retirado.
Los agentes de la DEA supieron de “El Padrino” gracias a la intervención de llamadas de miembros del Cártel H-2, una escisión del Cártel de los Beltrán Leyva en Nayarit.
En las escuchas telefónicas, los agentes oyeron conversaciones sobre una “figura poderosa y sombría” conocida como “El Padrino”, detalló esta tarde The New York Times.
Después de meses, los investigadores tenían la sospecha de que esta figura central en el narcotráfico era un alto funcionario del Ejército mexicano.
“De repente, una de las personas vigiladas les dijo a sus compañeros del cartel que ‘El Padrino’ estaba en la televisión en ese mismo momento. Los agentes revisaron rápidamente para ver quién era, y encontraron que era el secretario de Defensa mexicano, el general Salvador Cienfuegos, según cuatro funcionarios estadounidenses involucrados en la investigación”, publicó el NYT.
Según las autoridades, en ese momento finalmente confirmaron que el personaje misterioso era en realidad el mando encargado de la guerra de México contra el crimen organizado.
De acuerdo con los documentos judiciales, la “Operación Padrino” está asociada con el proceso judicial contra el exfiscal de Nayarit, Édgar Veytia, quien fue sentenciado a 20 años de prisión en septiembre del 2019 en Estados Unidos.
Según la justicia estadounidense, Veytia ayudó e instigó a los narcotraficantes que traían sus productos a Estados Unidos a cambio de sobornos.
También se alega que utilizó su posición para obstruir las investigaciones y procesamientos de narcotraficantes en México, incluida la liberación ilegal de los acusados y el bloqueo de la detención de otros traficantes.
Ahora, Estados Unidos acusa a Cienfuegos de haber tenido lazos con “El H-2”, Juan Francisco Patrón Sánchez, líder del cártel local.
“Gracias a la asistencia corrupta del acusado, el cártel del H-2 llevó a cabo su actividad criminal sin interferencia significativa del Ejército mexicano e importó miles de kilos de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana a los EE.UU.”, señaló la Fiscalía en su acusación.