El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció este miércoles un toque de queda en París y en otras ocho ciudades más afectadas por la pandemia, debido al agravamiento del ritmo de contagios y de la presión en los hospitales.
El toque de queda se aplicará de 21:00 a 6:00 horas local y comenzará a partir del próximo sábado, con una duración inicial de cuatro semanas ampliables a seis, detalló el presidente en una entrevista televisiva.
“Tenemos que tomar medidas más estrictas” porque “estamos en una situación preocupante”, afirmó Macron.
El objetivo es frenar el crecimiento de los contagios a fin de pasar de los aproximadamente 20,000 nuevos casos diarios actuales a 3,000 a 5,000, añadió.
Macron aseguró que un reconfinamiento general de la población, como el vivido la pasada primavera, “sería desproporcionado”, por lo que el toque de queda “es una medida pertinente”.
“No se podrá ir al restaurante después de las 21:00 horas, no se podrá ir a fiestas a casa de los amigos”, explicó el presidente, quien avanzó que habrá controles policiales y multas para los infractores de 135 euros y mayores para los reincidentes. Además, se pondrá en marcha un sistema de autorizaciones para quienes tengan que salir por trabajo o motivos ineludibles.
“Tenemos que poder seguir yendo al trabajo”, aseveró. El primer ministro, Jean Castex, y el titular de Sanidad, Olivier Véran, explicarán mañana las modalidades concretas de aplicación del toque de queda.
Macron recomendó también “dos o tres días” de teletrabajo por semana, aunque sin obligatoriedad, y pidió limitar a seis personas la reuniones privadas.
Esta intervención de Macron en horario de máxima audiencia televisiva tuvo lugar mientras la situación se agrava en las principales zonas urbanas de Francia a pesar de las medidas restrictivas tomadas en las últimas semanas, como la obligatoriedad del uso de mascarilla, el cierre de bares o un protocolo más rígido en restaurantes de varias de esas áreas.