El Banco Mundial (BM) estima que la economía de Latinoamérica se contraerá un 7,9 % este año por el impacto de la pandemia del coronavirus, especialmente debido a una caída de la demanda externa y el colapso del turismo, y para 2021 que reflote un prometedor 4 %.
«El impacto del COVID-19 se ha sentido a través de múltiples canales, incluyendo la demanda externa, el aumento de la incertidumbre económica, el colapso de los flujos turísticos y las consecuencias de meses encerrados para tratar de contener la propagación de la enfermedad», detalló el BM en su informe semestral para Latinoamérica y el Caribe, publicado este viernes.
Para 2021, la institución multilateral prevé que la actividad económica latinoamericana crezca un 4 %, un porcentaje prometedor para la recuperación de América Latina, que ha sido la región más impactada del mundo por la crisis sanitaria.
En sus previsiones, el BM espera que las tres economías más grandes de la región, México, Brasil y Argentina, registren también descensos significativos este año, del 10 %, 5,4 % y 12,3 %, respectivamente.
Estas tres naciones liderarán la recuperación regional del próximo año, según las estimaciones, ya que la economía mexicana se espera que crezca un 3,7 %, la brasileña un 3 % y la argentina un 5,5 %.
Ante esta situación, el economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Martín Rama, señaló que los Gobiernos locales «deben proteger a los más vulnerables mientras adecúan las normas sanitarias y de seguridad en todos los sectores y actividades, en especial el de la educación, para que la probabilidad de contagio siga siendo baja mientras la vida continúa».
«Garantizar un acceso amplio y asequible a la atención médica es fundamental para enfrentar este desafío», agregó.
Pese al impacto directo de la pandemia, el BM argumentó que esta crisis ha llegado tras años de lento crecimiento económico y escaso progreso en términos de indicadores sociales, e inmediatamente después de una ola de disturbios sociales en muchos países de la región.
Además, el impacto de las medidas de confinamiento recayó desproporcionadamente en hogares con trabajos informales, lo que reafirma la necesidad de políticas que apunten a promover la formalización, aunque sin penalizar «la tan necesaria» creación de empleo.
A pesar de las perspectivas negativas, el BM destacó que «existen señales de que el impacto podría ser menos grave de lo que inicialmente se temía».
De hecho, el comercio mundial de bienes ha regresado a niveles anteriores a la crisis y los precios de las materias primas se han mantenido relativamente bien, después de registrar una caída inicial abrupta.
La publicación del informe «El coste de mantenerse sano» es previa al inicio de la Asamblea Anual conjunta del Fondo Monetario Internacional y el BM, que se celebrará del 12 al 18 de octubre, este año de manera completamente virtual por el impacto de la pandemia.
Normalmente, el evento de estas organizaciones multilaterales congrega cada año a los principales líderes económicos mundiales y a los ministros de Economía y gobernadores de los Bancos Centrales de los 189 países miembros para analizar los retos globales.